Durante el año pasado, la regularización catastral detectó en Silleda 2.700 construcciones que no estaban dadas de alta o que se sometieron a reforma que no se declararon en su momento. Este proceso, conocido como el "catastrazo", se realiza de forma escalonada desde 2013 en todos los municipios españoles, y pretende dar con ampliaciones y piscinas que no tributan, pero también con naves, galpones, invernaderos y otras construcciones agroganaderas que a partir de ahora también deberán pagar un impuesto.

Las 2.700 construcciones superan, con creces, las 800 que se rastrearon durante 2015, bajo las labores de una empresa contratada por Catastro. Son muy superiores, también, a la media que se baraja para la provincia de Pontevedra, con 811 inmuebles. Ello puede deberse a la dispersión de las construcciones por el carácter rural del municipio. En el caso de las reformas detectadas en inmuebles urbanos, sus propietarios deben pagar una sanción de 60 euros, que se destinarán a pagar los trámites para dar de alta la edificación, y posteriormente tendrán que abonar el recibo del IBI con la cuantía que corresponda, a partir del año que viene.

Desde el gobierno local, se recuerda a los vecinos afectados que pueden asesorarse en el Punto de Información Catastral (PIC) ubicado en las dependencias municipales de la calle Alfonso Trabazo. Este servicio informa sobre las notificaciones que están recibiendo los propietarios, pero también se encarga de tramitar reclamaciones ante la Dirección General de Catastro. En este caso, dicho organismo suele tardar en torno a un año para responder cada recurso.

En Silleda, el tipo impositivo que se maneja para calcular el recibo es del 0,53, después de que el plan de ajuste que impuso en su momento el Ministerio de Hacienda lo mantuviese en 0,60 durante varios años. Además, Silleda fue pionera, junto a Lalín, en la bonificación del 95% del recibo para las construcciones agroganaderas. A esta devolución se acogieron 280 expedientes.

De plazo hasta noviembre

En el municipio trasdezano este proceso de regularización catastral debe estar rematado el próximo 30 de julio, igual que en Lalín y Dozón, mientras que A Estrada, Forcarei y Rodeiro tienen de plazo hasta el 30 de noviembre, como Cotobade, que desde septiembre del año pasado está fusionado con Cerdedo. En los demás municipios de las dos comarcas el proceso se dio por culminado ya a finales de 2015, de modo que los vecinos de Vila de Cruces, Agolada o Cerdedo ya están pagando los recibos por este tipo de construcciones descubiertas tras el rastreo.