La Policía Local de Vila de Cruces se trasladó, ayer por la mañana, al poblado minero de Fontao para comunicarles a los vecinos que debían retirar las hortalizas que cultivan desde hace meses en espacios públicos de la zona, debido a la falta de un terreno para huerta. El alcalde, Jesús Otero, manifestaba ayer que "no vamos a permitir que aquello se convierta en una era, porque se trata de una zona residencial y nosotros nos preocupamos de tenerla barrida y ordenada". Invita a los vecinos a cultivar estos alimentos, pero "dentro de su casa".
A los vecinos les sorprende la reacción del alcalde tras la publicación en FARO de estas mini huertas, dado que según manifiestan el regidor ya vio estos cultivos hace varias semanas, durante un evento de la Artística de Merza. Es más, el presidente del colectivo Minas da Brea, Santiago Ferreiro, le recuerda al alcalde que la práctica de huertos urbanos es ya algo habitual en ciudades como Madrid, París o Berlín. Pero es que tampoco hay que irse tan lejos para aprovechar al máximo un terreno, porque incluso en la calle Puente, de Lalín, un chicho montó un mini huerto en un parterre. Es más, la falta de terreno en las urbes se soluciona con huertos verticales, cuyas estructuras se venden desde hace tiempo en tiendas de multinacionales.
En todo caso, Otero quiere tranquilizar a los vecinos e indica que su gobierno está en contacto con un particular, residente de la parroquia, de cara a la cesión de una parcela de 500 metros para reconvertirla en una huerta comunitaria, el proyecto que hace años activaron los propios residentes de Fontao y que después el PP incorporó a su programa electoral. Esta decisión se tomó después del silencio de la familia Cort, que elude ceder terrenos y también maquinaria. Tampoco se sabe nada del plan de cierre de las minas, tras la caducidad de la concesión en julio de 2015.
