Desde ayer y durante toda esta semana, la bandera multicolor en defensa de los derechos del colectivo LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) luce en el balcón del consistorio de Forcarei, localidad que el próximo sábado, día 17, acogerá la celebración del primer festival LGTBI del municipio. Detrás de la organización de este evento y de la petición para que en la Casa del Concello ondee durante estos días el colorido símbolo están Víctor Núñez Cespón y Gustavo Méndez Rozados, dos vecinos de Meavía. En 2005 se convirtieron en el primer matrimonio gay que ofició su boda en Forcarei. Doce años después, continúan defendiendo la igualdad, reivindicando sus derechos y denunciando los "ataques" que, dicen, siguen sufriendo.
-¿Por qué decidieron organizar este festival?
-VÍCTOR NÚÑEZ (V.N.): Para defender los derechos en favor de la igualdad y la diversidad y para denunciar el maltrato y discriminación hacia el colectivo LGTBI que estamos recibiendo.
-Sigue habiendo discriminación. ¿En mayor medida en el rural?
-V.N.: En el rural hay más discriminación. Hay un poco de rechazo; sigue estando mal visto. Pero también en las ciudades. Aún este sábado en A Coruña echaron de un bar a dos chicas lesbianas por darse un beso.
-¿Sigue siendo necesario organizar actos reivindicativos para hacerse oír?
-V.N.: Sí, y cada vez más y más.
-¿Caminamos hacia atrás en lo que a respeto por la diversidad sexual e igualdad se refiere?
-V.N.: Sí. Parece que la gente mayor entiende mejor que los jóvenes la diversidad sexual. Estamos viendo que en las aldeas la gente mayor lo entiende mejor, debe ser porque ya vivieron un poco todo esto. A la gente joven parece que no le importa. Pasan de todo. Si hay jaleo, que haya; si hay pelea, que haya. No luchan por los derechos y la igualdad. Creo que eso está en la educación en casa. De padres a hijos debería haber más educación, explicarse las cosas del día a día.
-En su trabajo de organización del festival, ¿se sienten arropados por los vecinos?
-GUSTAVO MÉNDEZ (G.M.): Hay de todo. Hay gente que apoya mucho, que lo lleva mejor, y otra que lo lleva peor.
-V.N.: En Forcarei, como somos vecinos y la gente nos conoce, no notamos discriminación. Sí la notamos en algún establecimiento de A Estrada.
-Cuando anunciaron la organización del evento apuntaron la posibilidad de ampliarlo al domingo y fomentar así las pernoctaciones en la localidad y el turismo. ¿Será así?
-G.M.: No, no nos fue posible porque no dimos llegado a tanto.
-V.N.: Las casas rurales tampoco quisieron colaborar. Llegamos y estaban cerradas y tampoco nadie se pronunció pidiéndonos que lo hiciésemos.
-G.M.: Se podía hacer algo más si nos hubiesen apoyado más.
-¿Cómo están financiado la organización?
-V.N.: Hicimos un libro de publicidad muy colorido y muy bonito. Además, hicimos rifas para el sorteo de un cordero y de una cena romántica con las que la gente está colaborando bastante. Incluso vendimos muchas en Santiago y en Vigo a gente de varios puntos de España que estaba de vacaciones.
-¿Qué previsiones de afluencia de público manejan?
-G.M.: Creemos que va a venir mucha gente. Contamos con personas de Vigo, de Santiago, de Ourense y con colectivos LGTBI. Tenemos el apoyo de Celso Taboada, del departamento de Igualdade de Lalín,.
-V.N.: Nos prestó las banderas para colocarlas. Sin Celso y sin el Ayuntamiento de Lalín sería imposible. Es muy difícil saber la previsión de afluencia, pero pensamos que sí va a haber gente. Aparte, los vecinos también, al ser la primera vez que se hace, le picará la curiosidad y también vendrá alguno, claro que sí. Aunque sea por el cordero y la cena romántica (Se ríen).
-Abren la participación a todas las edades...
-V.N.: Claro que sí. La fiesta es para todos los públicos.
-¿Cuánto tiempo lleva rondándoles en la cabeza la idea de hacer este festival?
-V.N.: Desde que nos casamos, en 2005. ¿Por qué? Porque sigue habiendo mucho rechazo, incluso en nuestras familias. Cada vez estoy más orgulloso de ser gay y lucharé por mis derechos toda mi vida. Nunca dejaré de ser lo que soy.
