El Partido Popular de Silleda acusa al gobierno de Manuel Cuiña de "mentir" a los vecinos al ocultar el anteproyecto del traslado del consistorio y su valoración. A su juicio, el ejecutivo "tergiversa" la postura de la oposición para "intentar legitimar" la decisión de cambiar el consistorio con la pregunta que formuló a los silledenses.

Desde las filas populares señalan que, pese a los "múltiples errores" por "la improvisación y la falta de rigurosidad", nunca se opusieron a la celebración de la consulta, si bien denuncian "las trampas que el gobierno le hizo a todos los silledenses". "Es indiscutible que la participación fue muy baja", argumentan desde el PP, que interpreta el "no" y el voto en blanco como "repulsa hacia la pregunta tal como estaba formulada, tanto por falta de concreción del proyecto de cambio, como de información".

"Si alguien actuó de forma autoritaria, manipulando las reglas del juego a su conveniencia e intentando ser juez y parte, ese fue el alcalde", apuntan los populares, que ponen como ejemplo la resolución de la reclamación planteada por su grupo días antes del plebiscito. "Ni siquiera acordó con el resto de grupos los términos de la consulta ni de su celebración", añaden, al tiempo que recuerdan que en el pleno de organización "no dejó hablar" a la oposición. "Si aquí alguien está gobernando como hace cuarenta años, con continuas salidas de tono, imponiendo su criterio sin contar con nadie, y manipulando a la gente valiéndose de los recursos públicos para sus intereses, ése es el alcalde y el grupo de gobierno que se lo permite", proclaman.

El PP sostiene que el gobierno no proporcionó "información de manera imparcial" para que los silledenses votasen con conocimiento de causa y, sobre todo, apela a la existencia de un anteproyecto realizado por técnicos municipales "que el alcalde guardó en un cajón tras la exposición realizada en Silleda", igual que la valoración del coste económico del traslado del consistorio a la Casa da Cultura. "¿Cuánto se ha gastado en este proyecto? ¿Por qué se empeñaron en ocultarlo a los vecinos", inquiere.

Por último, los populares afirman que el cambio supondrá una pérdida de servicios para los vecinos, pues la localidad se quedará sin auditorio municipal y dependerá del de la feria o del salón parroquial. Actos como las presentaciones de libros, que se venían realizando en el centro cultural, tendrán que ir a espacios alternativos, siempre que sean cedidos, "salvo que el Concello decida continuar con la política de gastarse 400 euros en un vino español acudiendo a un espacio privado, como sucedió en una reciente ocasión", concluyen.