Mientras se intensifica la lucha contra la presencia de sustancias estupefacientes en conductores tampoco se baja la guardia con un problema que es endémico en la provincia, en donde reducir las tasas de positivos por alcoholemia sigue siendo difícil. No obstante, en 2016 se dio un pequeño paso adelante con una ligera reducción del porcentaje de positivos, que fue de un 1,7%, un punto menos que en 2015. En este ejercicio ya se había logrado reducir también esta tasa al pasar del 2,3% al 1,8%. Desde 2012, esta tasa siempre se había mantenido por encima del 2%. Con todo, la cifra todavía está lejos del objetivo marcado por la DGT que sería situarse por debajo del 1% en el año 2020. Además, desde Tráfico siempre se destaca que los porcentajes de positivos se disparan cuando las pruebas se producen a conductores implicados en accidentes. De ahí que se vaya a reforzar la vigilancia; esta misma semana se está desarrollando una campaña especial de vigilancia de alcohol y drogas en Galicia.