Cerdedo vivió ayer un día para la historia. Las puertas de su consistorio se abrieron en domingo para acoger el primer "bautizo civil" que se celebra en el municipio, un acto simbólico de empadronamiento que tuvo como protagonista a Gael, un niño de un año que, sin ser consciente, se convirtió en el primero en recibir en la localidad la Carta de Ciudadanía en un sencillo y familiar acto celebrado en el salón de plenos.

Los padres del pequeño, de un año de edad, son Roi Márquez, de Ponte Caldelas, y Andrea Manuela García, nacida en Vigo, aunque con familia materna en Cerdedo, localidad a la que se trasladó el año pasado tras una vida en la ciudad. Ambos jóvenes eligieron esta fórmula como una alternativa al tradicional acto religioso para poder brindar, igualmente, a su hijo un acto de bienvenida social y compartir con familiares y amigos un día de celebración.

El edil socialista Xoel Vázquez, que ejerció de maestro de ceremonias, comenzó el acto leyendo un poema de Khalil Gibran sobre la infancia, al que siguió una melodía interpretada por Xela Conde y Pablo Dosio, al violín y al bouzouki, respectivamente. Ambos tocaron durante varios momentos de la breve ceremonia algunos temas alegres y tradicionales para animar el momento.

"Bienvenido seas, Gael. La música y el viento te pusieron nombre", continuó diciendo Vázquez, en un discurso en lengua gallega en el que no faltó la lectura de los artículos 6, 12 y 27 de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, así como de los artículos 27 y 29 de la Constitución Española, en el que fue el momento más oficial de un acto ameno y sencillo donde no faltaron los padrinos, Paula Rey, de A Lama, y David Corzo, de Cerdedo, que flanquearon en los asientos al pequeño y a sus padres.

La ceremonia concluyó con la entrega al niño de la Carta de Ciudadanía, a la que siguió una foto de familia en las escalinatas de la casa consistorial, antes de que anfitriones e invitados partiesen a Forcarei para compartir una comida y continuar la fiesta.

Apuesta por el rural

"A él [refiriéndose a su pareja] le encanta el rural y a mí siempre me gustó. Los fines de semana y vacaciones que podía siempre escapaba para aquí; me tira mucho. De hecho, formé parte de la comisión de fiestas", admitió al término del acto la madre de Gael, preguntada sobre los motivos que les llevaron a elegir Cerdedo para dar la bienvenida oficial a su pequeño. "A raíz de tener el niño, nos parecía que el rural es un ambiente mucho más saludable y mejor para él", continuó argumentando sobre su decisión de asentarse a vivir en tierras cerdedenses.

Respecto a los motivos que les llevaron a optar por la singular ceremonia civil, explicó que no son "creyentes religiosos y esto es una alternativa. También es una ceremonia que tiene una parte que implica lo mismo que un bautizo religioso, pero al no ser creyentes, nos parecía una opción de celebración, reivindicando también los derechos de los niños, que es de lo que se trata", concluyó.