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O Corpiño recupera todo su esplendor

Concluye la restauración de las pinturas murales de la bóveda y del retablo del altar mayor del santuario

Lienzo de muro tras la restauración en O Corpiño. // Bernabé/Javier Lalín

"Llevamos desde el 9 de febrero trabajando en el templo, se hizo toda la capilla mayor, la pintura de la bóveda y de los muros laterales, y el retablo", explicó ayer Vania López Arias, una de los dos restauradoras que están a punto de finalizar la tarea de devolverle a la cabecera del santuario de O Corpiño su original colorido. "Tuvimos problemas con la bóveda por una intervención hecha por unos arquitectos, que no fueron muy cuidadosos con la pintura mural, con lo cual se cayó parte de la unión de las piedras, y tuvimos que rellenar todo con mortero, y después igualar todo el color original", añadió López mientras su compañera Andrea Flórez se afana en retirar la pátina que la cera de las velas y el paso del tiempo provocaron que los lienzos de pared y los tramos del retablo del altar mayor se oscurecieran. "Aquí lo que había era una capa de suciedad bastante gruesa; lo que hicimos fue limpiarlas con un jabón y apareció el colorido que se ve ahora porque nosotros no pintamos en el original, simplemente pintamos donde hay lagunas y falta de color respetando siempre el original", explicó Vania López.

Lo cierto es que el cuidadoso trabajo llevado a cabo por estas dos restauradoras hizo que la bóveda de la capilla mayor luzca ahora con unos tonos rojos muy vivos, y que se puedan apreciar, también, los azules y los tonos amarillos de una decoración que incluye elementos ornamentales vegetales, imágenes religiosas y distintos símbolos. Destaca en especial el emblema mariano con las letras "M" y "A" sobre las que descansa una corona real. Junto a estos también se pueden ver la simbología habitual del Espíritu Santo en forma de paloma rodeada de rayos, las tablas de la ley de Moisés o el Agnus Dei con el tradicional banderín. La ornamentación vegetal llama la atención por su coloración, en la que abundan girasoles con ramas verdes entrelazadas junto con otras de un intenso color rojizo sobre un fondo azul. Vania López Arias lleva 17 años trabajando en restauración, y una década su compañera Andrea Flórez, que han dejado su impronta en la recuperación del Pórtico del Paraíso de la Catedral de Ourense o el baldaquino de la Catedral de Lugo, entre otros trabajos destacados. "Nuestro trabajo es mano de obra, y si te fijas en lo que está haciendo Andrea, se trata de ablandar la capa de barniz con disolventes y retirando con un bisturí para no dañar la policromía original porque tanto los muros como los arcos y el retablo estaban totalmente ennegrecidos, aunque en el retablo hay muy poquitas zonas así", indicó la lucense Vania López Arias.

Materiales reversibles

En cuanto a la técnica utilizada en los trabajos de recuperación de O Corpiño, Vania López recordó que "siempre se hacen con materiales reversibles, utilizamos sólo acuarela y barnizado porque si un día se quiere eliminar la acuarela desaparece fácilmente con agua". La restauradora reconoció que la parte más sorprendente de su trabajo fue "poder descubrir la coloración original después de retirar el barniz que cubría los muros". La restauradora espera que el trabajo realizado por ella y su compañera perdure mucho tiempo "porque hoy en día los barnices que se utilizan no oxidan y son más resistentes, porque los de antes eran de resinas orgánicas y sí se oxidaban".

Una de las cuestiones que quiso aclarar Vania López sobre las pinturas del altar mayor de O Corpiño es que "el fresco es una técnica y esto es óleo, pintada directamente sin ningún tipo de preparación previa". De igual modo, la restauradora destacó el trabajo llevado a cabo en las distintas imágenes religiosas que están dispuestas sobre peanas en el retablo del altar mayor. Ayer faltaban dos arcángeles de unos dos metros de altura que estaban siendo retocados para ser colocados lo antes posible.

La última fase de los trabajos en O Corpiño tiene como objetivo la recuperación del cierre original situado delante del altar mayor "de madera policromada, que ocupará su lugar después de retirar el actual de piedra muy aparatoso", según Vania López Arias. La idea es dejar la capilla mayor de Santa Baia de Losón tal y como estaba cuando se diseñó, incluyendo las escaleras de madera para los dos púlpitos que flanquean la zona más noble del santuario mariano. Y todo para que el día grande de O Corpiño vuelva a ser una jornada inolvidable.

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