En una de sus arremetidas contra el gobierno, Juan José Cruz aprovechó una propuesta sobre la mejora de la fuente de la Casa da Xuventude, cuya titularidad se discute, para decirle a la edil de Igualdade, Celia Alonso, que probaría su razón con documentos: "Te lo voy a traer y te lo voy a estampar delante de las narices". Sus palabras fueron recriminadas de inmediato por Casares. Y, al término del pleno, el gobierno emitía un comunicado para condenar "el gravísimo comportamiento machista del tránsfuga, que amenazó a la edil con estamparle las narices un documento". A juicio del gobierno, en el pleno ya lo hizo el alcalde, no solo demostró su total falta de argumentos, sino también su "bajeza política, ética y moral". Sostiene que estas palabras no contribuyen a avanzar en la erradicación de la violencia de género y califica el comportamiento de Cruz como "asqueroso y miserable e indigno de un representante público" que a su vez lo hace en el principal foro de representación vecinal. "Recomendamos al tránsfuga medir sus palabras en el pleno, ya que cualquier representante público y más uno como él que se dedica a la educación, debe tener en cuenta no sólo lo que dice, sino cómo lo dice"·.