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Una caminata con gran atractivo patrimonial y un río teñido de marrón

El agua turbia del Asneiro llama la atención a los ochenta participantes en la ruta de Soutolongo

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Una caminata con un río teñido de marrón en Lalín

Roteiros de Lalín celebró su decimocuarta caminata, con inicio y final en Soutolongo. La amenaza de lluvia hizo desistir a una parte de los más de cien inscritos, por lo que, finalmente, fueron unos ochenta los participantes. Todos ellos disfrutaron de un recorrido con un tremendo potencial patrimonial, pero también mostraron su sorpresa por el color marrón que presentaban las aguas del río Asneiro.

Aunque el domingo amaneció con lluvia, la meteorología resultó luego favorable para la práctica del senderismo. El recorrido incluyó la visita a los muchos elementos del amplio patrimonio de la parroquia de Soutolongo, con incursión también en las vecinas de Lodeiro, Vilatuxe y Barcia. El pazo de Soutolongo de Abaixo, la capilla de San Caetano, la fuente republicana y el castro de Lodeiro, el antiguo camino real, las mámoas, los soutos y carballeiras -como la de Barcia-, los molinos de Marcelín, la fábrica de la luz, el castro de Vilar, la ribera del Asneiro y, finalmente, las visitas al pazo de Des y a la iglesia de Soutolongo constituyeron los principales atractivos de la caminata.

Río contaminado

Como queda dicho, también llamó mucho la atención el color marrón de las aguas del Asneiro, entre el puente nuevo de Botos y la antigua central hidroeléctrica de O Castro, entre Vilar y Sestelo. ¿Purines o vertidos de granjas? ¿Cenizas de incendios? ¿Arrastres de tierra? Son algunas cuestiones que se plantean como posibles explicaciones. En un principio se relacionó el fenómeno con los aguaceros del viernes anterior, pero podría no ser esa la causa, al menos la única. "Por de pronto, no se ha detectado mortandad de peces, pero el bajo caudal y la turbidez no se explican como arroiadas, en las que hay rápidas subidas y las augas van enlodadas", explica el geógrafo Antonio Presas -presente en la ruta-, que teme que pueda haber "vertidos contaminantes" y aboga por "abrir una investigación sin demoras". El Asneiro lleva años soportando vertidos, como demuestra la distinta coloración del agua en su unión con el Deza (Xunta dos Ríos). Llueva o no, sus aguas bajan de color grisáceo oscuro y contrastan con las cristalinas del río que lo absorbe.

Al margen de la sorpresa que supusieron las nada cristalinas aguas del Asneiro, la ruta fue "completísima y muy hermosa", según sus organizadores, que confían en que se consolide y acabe por convertirse en un "atractivo cultural y turístico" más del municipio de Lalín.

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