LHS76737. No, no es el nombre de un robot, ni la rebuscada contraseña del correo electrónico de quien escribe esto. Se trata del código ganador del sorteo El Millón, que se celebró anteayer, como todos los viernes desde el 30 de septiembre, y que se selló en el Bar Lago, de Silleda. La dueña del local, María del Carmen Castro Lago, posaba ayer feliz junto al cartel que acredita al local como responsable de ese premio de un millón de euros. Es el segundo más abultado en las siete décadas de historia de este céntrico café trasdezano, pues en 2009 selló un boleto de la Primitiva agraciado con 7,75 millones.

La apuesta automática que hizo el aún desconocido millonario fue de 2,5 euros. Carmen Castro confía en que el agraciado "sea de aquí, de Silleda, porque siempre hace más ilusión repartir dinero a un vecino, y sobre todo si lo necesita". Pero el Bar Lago, apostado al pie de la N-525, es lugar habitual de paso para transportistas y gente que vive a caballo entre Ourense y Santiago, así que hay muchas posibilidades de que el poseedor de tan bonito boleto viva fuera de las fronteras dezanas.

Hacienda, como es habitual, se queda con el 20% de la cuantía del premio (en este caso, con 200.000 euros). El ganador puede cobrarlo en cualquier banco -hay varias entidades financieras concertadas-, y para ello es preciso que presente el documento acreditativo del premio. Éste se remite a Loterías para que compruebe su veracidad y posteriormente se transfiere la cantidad a la cuenta bancaria del ganador. Los premios comienzan a pagarse el día después del sorteo y hay un plazo de tres meses para cobrarlo. Lo habitual es que se ingrese el dinero entre los 5 y los 20 días posteriores a presentar el boleto ganador. Años atrás, para recibir una cuantía tan abultada era necesario desplazarse a la delegación de loterías en Vigo. En caso de que no aparezca el agraciado, la cuantía pasará a un bote para futuros sorteos.

Reparto frecuente

A lo largo de todo el día numerosos vecinos y clientes habituales del local se acercaron al café para saber si se había localizado al agraciado del sorteo. Algunos, incluso, aprovecharon para comprobar sus apuestas, no fuese a ser que su vida hubiese dado un vuelco de repente y aún no estuviesen enterados. Y vista la buena racha que vive Deza y Tabeirós-Montes durante estos últimos meses, no es de extrañar que en los próximos días aumente de forma muy notoria la afluencia de clientes que quieren tentar a la suerte con este despacho de loterías.

Carmen Castro apunta que en todos estos años de atención al público, el despacho de loterías ha repartido con frecuencia premios de menor cuantía pero que, en todo caso, han dado una gran alegría a sus beneficiarios. "Siempre cae algún premio, de cuando en cuando", asevera. Ayer tuvo que posar en más una ocasión con el cartel ganador, y confía en que la suerte vuelva a pasar por este mítico establecimiento.