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El desarrollo sostenible de los núcleos

Solo la mitad de los ayuntamientos de Deza y Tabeirós prevé un crecimiento urbanístico

Los porcentajes oscilan entre el 7,2 de Rodeiro y el 69 de Silleda -La cifra de Forcarei se dispara al 874%, la más alta de Galicia -En toda la comunidad hay 41 municipios que descartan aumentar su suelo urbanizable

Vista del casco urbano de Lalín desde Goiás. // Bernabé/Javier Lalín

La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio dispone de una serie de indicadores que miden hasta qué punto se cumplen, a escala municipal, las pautas que marcan un consumo racional del suelo. Estos criterios son las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT) o los Indicadores de Sustentabilidade Territorial (IST). Entre dichos índices se encuentra el que se refiere al crecimiento urbanístico que prevé cada municipio en su PXOM en vigor o en sus normas subsidiarias.

En toda Galicia en los próximos años se contempla un crecimiento del 39,4%. Este porcentaje refleja la superficie de suelo urbanizable en relación a la que recoge tanto la de suelo urbano como la de núcleo rural. En las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes, los municipios se comportan de forma desigual en relación a la media gallega. Así Rodeiro, cuyo PXOM se aprobó en marzo de 2009, contempla un crecimiento urbanístico del 7%, ya que tiene catalogadas como urbanizables 21,5 hectáreas, mientras que ya son urbanas o de núcleo rural otras 299,1.

Pese a la tremenda diferencia de urbanización entre uno y otro, es Lalín, y no otro municipio, el que secunda a Rodeiro. La cabecera comarcal dezana tendrá en los años venideros un crecimiento urbanístico del 13,7%, pues frente a sus 2.141 hectáreas ya consolidadas, dispone de otras 293,7 urbanizables. Hay que recordar que Lalín tramita ahora mismo la modificación puntual número 16 de su PXOM (en vigor desde 1999), según la que pasarán a ser urbanizables 13 bolsas de suelo rústico común de desarrollo, que suman casi 77 hectáreas.

También por debajo de la media gallega (y de la provincial, que está en un 43%) se coloca el ayuntamiento de Vila de Cruces. Este concello sigue a la espera -y van ya tres años- de un informe de Patrimonio para la aprobación provisional de su PXOM. Así, sus normas subsidiarias calculan que, a medio plazo, el municipio dispondrá de un 20,2% más de suelo en el que poder edificar. Son, en concreto, 25,5 hectáreas, que se suman a las 126,1 que se contabilizan en el casco urbano y en los núcleos rurales de las parroquias.

Silleda tiene su PXOM más avanzado que el de Cruces: logró aprobarlo de forma provisional antes de la entrada en vigor de la nueva Lei do Solo (en marzo del año pasado), de modo que solo falta la aprobación definitiva. Trasdeza pretende disponer de un 69,1% más de suelo urbanístico, al incorporar 1.113,8 hectáreas a las 1.610,9 ya urbanizadas.

Y ahora llegamos a los dos municipios opuestos. Agolada no contempla ningún aumento urbanístico, al igual que otros 40 municipios de la comunidad gallega. Es algo comprensible, vista la progresiva pérdida de población de este municipio durante las últimas décadas. Con su PXOM en trámite desde hace años (la aprobación inicial fue también en marzo del año pasado), Agolada recortó su suelo urbano en un kilómetro lineal, de forma que ya no se podrá construir en las fincas situadas entre las últimas casas del casco urbano y el polígono industrial, donde se ubican las viviendas sociales. El contrapunto lo da Forcarei: avala un crecimiento del 874,2%, el más alto de toda Galicia. Este municipio prevé urbanizar nada menos que 5.760 hectáreas, ya que dispone de otras 658,9 ya en suelo urbano o de núcleo rural. Hay que pensar, también, que éste es el municipio de la zona norte de Pontevedra con el índice más elevado en cuanto a saturación de suelo. Este valor calcula la relación entre suelo urbano y la superficie total del municipio en cuestión. Pues bien, en Forcarei es del 38%, mientras que la media provincial se queda en el 17%. La explicación puede deberse a su dispersión de núcleos.

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