Un día después de presentar el proyecto de presupuestos, el alcalde realizó otra valoración sobre un documento económico para este año del que destacó que subía en 400.000 euros respecto al de 2016 pese a rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) "hasta el mínimo legal permitido" y las plusvalías "mediante un acuerdo plenario". Rafael Cuiña declaró ayer en la emisora municipal de radio que la cuenta municipal refleja la decidida apuesta del ejecutivo por las políticas sociales al aumentar un poco más las partidas respecto del pasado ejercicio "que fue récord histórico en iniciativas sociales" o que para la recuperación del rural la consignación económica aumenta un 30 por ciento. También llamó la atención sobre las propuestas de apoyo a sectores como el comercio.

El primer edil avanzó que el remanente de tesorería alcanza los 6 millones de euros, volviendo a arremeter contra la legislación del Gobierno central que impide a los concellos dedicar a inversión su superávit. "¿Cómo le explicas a los vecinos que tienes dinero pero no puedes gastarlo porque el Estado no te deja?", declaró en su enésima crítica a las normas del ministro Montoro sobre las medidas que afectan a las administraciones municipales. En materia económica avanzó que la deuda del Concello quedará a final de año en 2,5 millones y que cuando su ejecutivo accedió a la Alcaldía el pasivo bancario estaba en 5,4.

Cuiña llamó de nuevo a la puerta del Partido Popular para que este grupo de la oposición se sentase a negociar el presupuesto. "Puedo entender que no haya acuerdo, pero ni sentarse es algo que tendrán que explicar a los vecinos, y quizá eso les pase alguna factura electoral. Nosotros presentamos los presupuestos por responsabilidad", dijo, además de reafirmar que el pleno ordinario está justificado por la dimensión que tiene la aprobación de la cuenta anual del ayuntamiento.