La presentación del proyecto de presupuestos del gobierno lalinense y su enésimo ofrecimiento al PP para pactar una cuenta, ahora ya cerrada, no implica un cambio de postura de la oposición y lo único relevante ahora es saber si el próximo día 24 el ejecutivo tendrá mayoría o no para sacar adelante la cuenta de 2017, que asciende a 14,5 millones de euros. El pasado 20 de abril el PP anunciaba la ruptura de las negociaciones con el cuatripartito alegando "desconfianza" y "deslealtad" del gobierno. Ahora, este escenario no solo no ha variado sino que el portavoz municipal del PP, José Crespo, advierte de que en el proyecto de la cuenta municipal no figura ni uno solo de los proyectos aprobados en pleno a iniciativa de su grupo.

Fuentes populares recuerdan que el ejecutivo debe respetar los acuerdos plenarios, pero, aunque anteayer aseguró que estas obras sí están en los presupuestos, en la documentación recibida echan en falta actuaciones de calado como las depuradoras de las parroquias de Prado y Vilatuxe -aprobadas en pleno- así como la construcción de los puentes sobre el río en Sestelo (Botos) y Cristimil. Tampoco aparece la relación de pistas pendientes que habían quedado fuera del acuerdo con el gobierno del año pasado. En una rápida visualización del documento económico el PP tampoco ve nada relativo a la recuperación del aula de la UNED. Crespo, que ayer acudió a una emisora de radio privada de Lalín, comenzó cuestionando la buena voluntad del ejecutivo municipal al convocar el pleno de presupuestos en una sesión ordinaria justo el día en el que él tiene pleno en el Senado, además de recordar que la edil María Álvarez sigue recuperándose de una intervención quirúrgica. En este sentido dice que la sesión pudo haberse fijado como ordinaria para el 26 coincidiendo con la mensual e insiste en que el gobierno era conocedor de sus obligaciones como senador. Es decir; sospecha que la decisión fue premeditada para buscar una mayoría suficiente para sacar adelante el presupuesto. Aunque rehusó aclarar si ese día no acudirá al Senado para estar en el pleno municipal y si su compañera Álvarez comparecerá o no, en principio el grupo popular podría quedarse con ocho miembros y los diez del ejecutivo serían suficientes para aprobar la cuenta de este año.

Crespo no recoge la mano tendida por el alcalde, Rafael Cuiña, para sentarse a negociar, "porque miente más que habla", en alusión precisamente a haber obviado las obras de unos acuerdos plenarios que son vinculantes. Pero el PP, en caso de que el gobierno municipal haga valer su mayoría para aprobar las cuentas, tiene otros recursos para hacer valer sus propuestas y que éstas salgan adelante. Entre los incumplimientos que detecta el PP en un primer vistazo a los presupuestos está, por ejemplo, que tampoco se respete la subvención a la Asociación de Empresarios de Deza (AED) de 60.000 euros para un plan de comercio y haya una partida con solo 35.000.

Por otro lado, Crespo se pregunta a qué se debe que en las primeras negociaciones el cuatripartito le plantease a su grupo la posibilidad de negociar inversiones por 431.000 euros y ahora en este capítulo de 1,1 millones, el plan DUSI absorba casi todo, con unos 965.000 euros. Es decir, al margen del programa europeo la inversión real quedaría reducida a poco más de 100.000 euros. El grupo popular discrepa del alcalde cuando asegura que la mayoría plenaria es indiferente pues la oposición tendría después un plazo de un mes para formular alegaciones a la cuenta, cuando la ley solo establece la posibilidad de acudir a una impugnación en circunstancia muy especiales que no se darían en este caso.

Valedor

En otro orden de cosas, Crespo Iglesias discrepa con la versión del gobierno acerca de que esta cuenta represente la mayor bajada de impuestos de la historia, pues las plusvalías se quitaron por una iniciativa de su grupo. Y también se pregunta por el impacto que tendrá en las cuentas el proceso de regularización catastral. Por último avanza que acudirán a la Valedora do Pobo para reclamar el expediente de las pistas en las que se utilizó el resto de fresado de la Rolda Leste, que tras innumerables peticiones de documentación, todavía no disponen del mismo.