La reapertura del albergue de peregrinos de A Laxe sigue pendiente y, en el mejor de los casos, la instalación no estará disponible hasta la próxima semana. La Xunta ha vuelto a errar en sus previsiones y tras asegurar que la instalación volvería a acoger peregrinos la semana que hoy acaba, el albergue sigue cerrado y por el momento se desconoce una fecha exacta para su vuelta a la normalidad. Es la segunda vez que Turismo de Galicia incumple sus plazos previstos o al menos anunciados, pues había asegurado tiempo atrás que A Laxe reabriría sus puertas incluso para antes de Semana Santa.
La situación actual no dista demasiado de la de días atrás, una vez que fuentes consultadas aseguran que la administración autonómica ya asumió los servicios de electricidad y agua a su nombre después de que el Concello de Lalín, además, la comunicación previa de actividad del inmueble. Esta solicitud llegó al ayuntamiento a principios de abril y fue resuelta poco después. Estos días la Xunta mantuvo comunicaciones con el Concello para requerirle, entre otros asuntos, que retirase unas colchonetas del albergue o una caseta utilizada para depositar los votos en los distintos procesos en los que A Laxe funcionaba como colegio electoral de la parroquia de Bendoiro. También estaría pendiente de retirar unas máquinas expendedoras, que el gobierno municipal advirtió que no había autorizado instalar, entendiendo de este modo que llevarían ahí muchos años.
Para encaminar la reapertura del albergue estaría pendiente una reunión, la próxima semana, entre Turismo y la empresa que se encargará de la gestión de las instalaciones lalinenses, cerradas hace algo más de dos meses por el Concello al espirar, hace cinco años, un convenio bilateral y después de haber advertido la concejalía de Turismo a la Xunta ya en diciembre que no podía contratar personal al jubilarse la persona encargada de atender estas dependencias. Una vez que A Laxe es propiedad de la administración gallega, será ahora la que también asuma su gestión, aunque lo hará externalizando el servicio con una empresa privada. En el aire sigue si se permitirá a Lalín que el edificio siga funcionando también como centro social de Bendoiro.
