La concejala de Educación de Lalín, Lara Rodríguez Peña, visitó anteayer las instalaciones del colegio público de Prado para analizar con su director, Santiago Pérez Carral, las "múltiples deficiencias" que presenta este centro. Esta toma de contacto sirvió para que la representante del gobierno local acordase con el responsable educativo del "Xaquín Loriga" un trabajo en común para acometer las obras necesarias en el colegio, que en su mayor parte, tienen que ver con la antigüedad de la estructura principal.

La reclamaciones efectuadas a través del director tienen que ver con la mejora de espacios exteriores, aspectos relativos a la seguridad, acondicionamiento de aulas y aseos, arreglos en el pabellón, en el jardín botánico o en el espacio habilitado como huerta. Poco después de la visita a Prado de la concejala tuvo lugar una reunión del consejo escolar del centro, donde se explicaron, entre otros asuntos, las cuestiones trasladadas a Peña. La edil afirma que el Concello tratará de ir dando respuesta a todas las demandas de competencia municipal. Así, se echará mano del personal municipal, una vez que haya trabajadores suficientes, para realizar estos trabajos. Las intervenciones que no puedan atajarse con la brigada de obras serán analizadas dentro de otra perspectiva. Peña recordó que el pleno aprobó en diciembre una propuesta del gobierno local de petición a la Consellería de Cultura para que cambiase la calefacción y los radiadores del colegio, además de la sustitución de todas las ventanas pendientes. Sobre esta cuestión informó que personal técnico ya revisó el estado del sistema de calefacción, pero que el ayuntamiento todavía no recibió ninguna respuesta en firme por parte de la Xunta a sus reclamaciones.

Peña expone que los colegios emplazados en las zonas rurales constituyen un instrumento fundamental para garantizar el derecho a una educación "pública, gratuita y de calidad, además de servir para fijar población y avanzar en la dinamización social de los lugares en los que se ubican". En consonancia con estas afirmaciones entiende, asimismo, que su importancia es mucho mayor si cabe en municipios eminentemente rurales como Lalín, "por lo que las administraciones públicas tenemos la obligación de adoptar medidas necesarias para garantizar su funcionamiento". El CEIP de Prado se puso en marcha en la década de los 70 del siglo pasado, lo que provoca que algunas de las instalaciones, pese al mantenimiento realizado, estén obsoletas. No obstante la concejala considera que el estado de la estructura "es envidiable para tener tantos años en comparación con otros colegios de nueva construcción, con deficiencias que no se pueden tolerar".