El tiempo acompañó ayer en la segunda y última jornada de la Feira do Libro de A Estrada, que se clausuró con muy buen sabor de boca entre los tres libreros participantes que, dado los buenos resultados de ventas en esta edición, prevén repetir el próximo año.

Aunque la afluencia de público fue un tanto menor en la jornada de ayer que en la del sábado, sí hubo ambiente en la plaza consistorial, en gran parte, animado por la impartición de los talleres de chapas y de marcapáginas pensados para los más pequeños, así como por la actuación musical de las escuelas de Tequexetéldere.

Vida hubo también en los stands. La literatura infantil volvió a ser, al igual que en la jornada inaugural, lo más demandado por la clientela, si bien ayer creció la petición de obras para adultos. "Se vendió bastante sobre Carlos Casares, por eso de que este año se le dedican las Letras Galegas, tanto en adulto como en infantil", comentó Beatriz Rodríguez, de la librería Faro. "El próximo año hay que repetir, porque los libros hay que traerlos aquí, para que la gente que habitualmente no visita las librerías vea la oferta variada que hay", defendía a última hora de la tarde Xan Astorga, de la librería Marxe. Desde la librería Durán coincidían en la "buena sensación" que les dejó la edición ferial de este año, si bien también detectaron menos público que el sábado. Cabe recordar que la intención inicial de la organización era celebrar la feria el viernes y el sábado, pero debido a la previsión de lluvia para el primero de los días, se pospuso para las dos jornadas del fin de semana.