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La instrucción de delitos

Los juzgados resolvieron el año pasado 1.957 procesos, casi 1.500 menos que durante 2015

El número de litigios nuevos también se desploma a la mitad -Las subastas judiciales se reducen un 74%

En los partidos judiciales de Lalín y A Estrada, que dan cobertura a las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes, respectivamente, operan cuatro juzgados mixtos, es decir, de primera instancia e instrucción. Ello significa que estas salas atienden asuntos tanto de carácter civil como de penal. En la categoría de instrucción, estos juzgados se encargan de recabar datos y pruebas para casos que se enjuiciarán en la Audiencia Provincial o en los juzgados de lo penal. También son los responsables de sentenciar juicios de faltas, de expedir órdenes de protección para las víctimas de violencia de género o del internamiento de extranjeros, entre otras cuestiones.

Pues bien, según los datos que ofrece el Consejo General del Poder Judicial, en cuanto a instrucción las cuatro salas resolvieron 1.957 procesos (828 en las dos de A Estrada y los 1.132 restantes en las de Lalín), una cifra que se queda muy por debajo de los 3.495 despachados en 2015 (1.490 en los juzgados estradenses y 2.005 en los de O Regueiriño). Esta diferencia en los resultados puede deberse a la falta de personal que se demanda desde hace años para, sobre todo, las salas judiciales de Lalín. Pero también hay que tener en cuenta que en 2016 había menos procesos de instrucción abiertos que en 2015 (515 frente a 699) y, también, se ingresaron bastantes menos (1.790 y 3.282, de modo que el número de litigios nuevos se desploma a casi la mitad). El descenso en esos nuevos procesos que entran se da en las cuatro salas, pero es más notable en el Juzgado Número 2 de Lalín: si en 2015 se incoaron 1.079 procesos, en 2016 la cifra cae a los 577.

La reducción de casos que entran a lo largo del año permitió a los trabajadores judiciales disminuir, también, el número de procesos de instrucción que quedan pendientes al acabar el ejercicio. Son, en total, 352 procesos, por debajo de los 515 del año precedente. En este caso, es el Juzgado Número 1 de Lalín el que acumula más asuntos sin cerrar: 159, frente a los 74 de la segunda sala o los 57 y 62 que tienen el Número 1 y 2 de A Estrada, por ejemplo. Cabe apuntar que la primera sala lalinense se ocupa de los casos de violencia machista y de que su plantilla es inferior a la vecina. También es interesante destacar que el año pasado solo hubo que reiniciar 4 procesos de instrucción, todos en el Número 2 de Lalín, mientras que en 2015 la cifra se elevó a 29, también en este segundo juzgado dezano.

Por otra parte, el Consejo General del Poder Judicial ofrece datos sobre las subastas judiciales que acogen estos tribunales. La cifra de 2016, con 17 pujas, da a entender que de algún modo ya es patente la recuperación de la crisis económica, puesto que en 2015 se celebraron bastantes más subastas, 67. A modo de apunte, ninguno de los juzgados arrastró durante el año pasado licitaciones pendientes. Tras la vorágine de embargo de pisos y también de liquidaciones de empresas en las comarcas, vinculadas sobre todo al sector textil y a la construcción, todo apunta a que la actividad judicial para saldar deudas particulares con los bancos o de empresas con sus acreedores está bastante más atenuada.

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