La Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidade de Vigo recibió el pasado viernes a más de 800 jóvenes divididos en 170 equipos para participar en la tercera edición de la Competición de Robots. Procedían en su mayoría de centros de enseñanza secundaria y bachillerato de las cuatro provincias gallegas. Se dividieron en dos categorías, Wall-E, dirigida a los más jóvenes, y R2D2, orientada a titulaciones superiores. Todos ellos tomaron el hall de la escuela para exhibir sus creaciones en los tapices de juego. Entre los setenta equipos participantes dentro de la categoría de Wall-E se encontraban cuatro equipos del IES Manuel García Barros de A Estrada. Tres ellos se colaron en la final y uno terminó en una meritoria tercera posición.

La profesora del centro estradense Obdulia García reconocía ayer su orgullo y el de sus compañeros por el trabajo realizado por los alumnos que cursan las materias de Tecnología Industrial I y TIC I. Fueron un total de 24 alumnos, divididos en cuatro equipos de seis. Cada uno de estos grupos tenía la misión de montar un robot educativo Mbot y programarlo de la mejor manera posible para que pudiese responder acertadamente a sus órdenes. Este trabajo se ponía a prueba el pasado viernes con diferentes pruebas de habilidad para los pequeños robots. Ganaban aquellos que conseguían superar los retos en el menor tiempo posible.

De los cuatro equipos estradenses presentes en una competición de más de setenta robots, tres lograron el pase a una final a la que accedían los doce mejores. Finalmente, el equipo CNY70 terminó en la tercera posición. Lo integraban Ricardo Constenla, Sandra Neira, Nuria Salgueiro, Denís Sanmartín, Marcos Suárez y Ainhoa Vivel.

Se trataba de la primera participación del García Barros en esta competición de robótica y la experiencia salió mejor de lo esperado. Según explicó su profesora, los alumnos ya están analizando mejoras a realizar en sus robots de cara a la próxima edición. "Supieron demostrar un gran dominio en la programación del robot y un alto nivel de competitividad y compañerismo". La docente agradeció también la ayuda del ANPA, que financió la compra de los cuatro kits del robot de la competición.