Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El 17% de los alumnos de Pontevedra sufrió alguna agresión por parte de compañeros

Más del 22% de las niñas reconocen haber sido acosadas sexualmente por parte de sus compañeros varones -El principal apoyo de las víctimas han sido otros estudiantes

Agentes de la Policía Nacional informan sobre el "bullying" en un aula pontevedresa. // Rafa Vázquez

Algo más del 17 por ciento del alumnado de la ESO de centros públicos de Pontevedra manifiesta que en alguna ocasión sufrió una agresión en los pasillos de su colegio por parte de compañeros de clase o de otras. Este porcentaje aumenta en tres puntos, hasta el 20 por ciento, cuando se habla centros de titularidad privada.

Son datos preocupantes sobre el "bullying" en las aulas que se desprenden de un estudio sobre violencia escolar realizado por el grupo de investigación de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte de Pontevedra, dirigido por la docente Mari Lires. En el Día Mundial Contra el Bullying o Acoso Escolar, que se celebró el 2 de mayo, se hicieron públicas a nivel internacional algunas conclusiones sobre este problema social, que provoca 200.000 suicidios por año en los países europeos, los más castigados en este sentido.

Un equipo formado por ocho personas estudió este fenómeno entre estudiantes de primero, segundo, tercero y cuarto de la ESO de centros tanto públicos como privados de la provincia de Pontevedra. Una de las cuestiones que se destacan es que cuando se trata de haber visto agresiones en los lugares estudiados los porcentajes se disparan. De este modo, en los de carácter público, el 64,5 por ciento de los chavales vio en alguna ocasión como algunos de sus compañeros era agredido de alguna manera, leve o más grave. En el caso de los centros privados es algo menor, ya que cerca de un 55 por ciento de los estudiantes reconoce haber sido testigo de una situación similar.

En el estudio hay cierta mayoría de chicas, un 52 por ciento, frente a chicos, un 48 por ciento. Además, entre las variables analizadas, destaca que los estudiantes tienden a sentirse mejor con los compañeros de su mismo sexo, con los que tienen un mayor número de relaciones de amistad.

Las conclusiones del estudio respecto a la violencia en los centros escolares evidencian que, en general, los chavales "no manifiestan problemas de convivencia especialmente significativas", pero ello no evita concluir que "las conductas agresivas y la violencia son muy frecuentes en los centros de ESO".

"La manera de expresar la agresión varía en función del sexo, de modo que las mujeres emplean más la exclusión social y la agresividad verbal y los hombres la agresividad verbal y la física, tanto la directa como la indirecta", resume el análisis.

En general, tanto ellas como ellos tienden a agredir a los compañeros de su mismo sexo, exceptuando en los casos de acoso sexual. En este sentido, tras la realización de la encuesta se puede concluir que el "acoso sexual" en el ámbito estudiantil de la ESO se entiende como decir groserías, levantar las faldas a las chicas, dar besos a la fuerza o hacer tocamientos sin consentimiento. Según estos parámetros, el 40 por ciento de los alumnos afirman haber sido testigos de algún caso de acoso sexual de un hombre a una mujer. Además, algo más del 22 por ciento de las niñas reconoce haber sido acosada sexualmente por sus compañeros varones. En estos casos, los ámbitos en los que se dan las agresiones son tanto el centro como sus proximidades.

En todos los tipos de violencia que se dan en el entorno escolar, hay "sectores clave" fundamentales a la hora de apoyar a la víctima, aunque el alumnado no recurre a ellos. Son la familia, profesorado y personal no docente. En los casos analizados, el principal apoyo, el 40 por ciento, proviene de otros estudiantes, seguido de los padres y madres, un 25 por ciento. Solo se recurrió al profesorado en un 18 por ciento de situaciones y al equipo directivo en un 10. El personal orientador supuso el apoyo un 9 por ciento de casos y los conserjes en un 5.

Compartir el artículo

stats