-¿Cuáles son las previsiones de cara a la campaña de verano?
-Hay una falta de planificación, porque a estas alturas debería de estar ya publicado el Pladiga -el Plan de Defensa contra Incendios Forestales- es el instrumento que articula un poco la organización y el presupuesto de lo que es el operativo de incendios de cara el verano. Siempre se publica en el mes de mayo o junio y debería publicarse a principios de año. Aquí prima la extinción, pero lo que hay que hacer es prevenir, es lo básico. Habría que llevar a cabo unas políticas de prevención para evitar lo que se pueda y minimizar las consecuencias.
-¿Cómo afectará la sequía?
-En cinco años para atrás se viene apreciando que los incendios está desestacionalizados, es decir que se pueden dar en cualquier época del año, entonces viendo la tendencia, nuestra previsión es que este verano sea bastante seco. Si seguimos en las mismas condiciones, la falta de humedad, el viento y el crecimiento y renegeneración del sotobosque, pienso que va a ser un verano difícil.
-¿Son suficientes los medios?
- Los medios siempre se concentran en el verano, por esa política cortoplacista de la Xunta, que se centra mucho en la extinción, por eso en el verano hay mucho medio porque entra todo el personal de refuerzo, pero fuera de esa época el servicio está totalmente desmantelado, es imposible cubrir los turnos por escasez de personal de campo y también a nivel de vigilancia y de coordinación. Y cabe destacar que ahora está habiendo incendios como en el verano y es muy difícil hacerle frente porque no hay tantos medios.
-¿Cómo se debería mejorar la prevención?
- Hay que apostar por la gestión forestal de la biomasa, por la planificación y la ordenación del territorio. Hay que poner en valor las masas forestales y fomentar la multifuncionalidad. Poner las medidas necesarias para que se haga una política de prevención eficaz. Se hace muy poco, se centra todo en la extinción. Creo que no se está actuando en colaboración con propietarios y comunidades de montes para llevar a cabo unas políticas de prevención. Hay que hacer que el monte sea más productivo, evitar el abandono del rural, por eso no se puede culpar de todo a las administraciones, la sociedad también tiene su parte de esta responsabilidad, ya que por ley porque los propietarios están obligados a limpiar sus fincas y no se hace. De ahí que tenemos que implicarnos todos, aunque la administración es la que tiene que articular todo para que esto funcione. Hay que hacer un llamamiento a la educación, concienciación y sensibiliación medioambiental.
