Los partidos políticos lalinenses llevan años reivindicando el justo derecho a que la autopista Santiago-Dozón tenga unas tarifas razonables y no unos prohibitivos precios que no han hecho más que dispararse desde la puesta en marcha de la vía de alta capacidad, hace ya casi tres lustros. Casi siempre hay un motivo para recordarlo y ayer se lanzó el enésimo acuerdo unánime ante Fomento, que quizá a medio plazo tenga el mismo resultado que todos los anteriores: ninguno.

La corporación, que ya pidió desde una rebaja de precios de la AP-53 hasta su rescate, dio el visto bueno en pleno a una moción del grupo de gobierno en la que se solicita al Estado que habilite recursos económicos para aminorar el impacto que las tarifas suponen para los usuarios de la vía. El teniente de alcalde, Nicolás González Casares, defendió que mientras la AP-53 sigue siendo la gran olvidada, el Gobierno central sí dispondrá este año recursos económicos para abaratar los precios en otras autopistas. Y puso otro ejemplo: el rescate de las radiales de Madrid. Además, se dirigió al portavoz del PP y senador, José Crespo, para que en calidad de presidente de la comisión de Fomento de la Cámara Alta reivindicase lo que minutos después se aprobaría por unanimidad. Crespo, que inicialmente dijo que su grupo no iba a perder demasiado el tiempo en este punto, que evidentemente apoyaba, recalcó que cuestiones de esta dimensión no se solucionan con mociones sino con gestión.

El popular indicó que el problema de la carestía de la autopista es conocido, como también lo es el escollo que supone que el Estado no quiera renunciar al préstamo participativo aportado de 60 millones de euros más intereses y que Fomento no está dispuesto a condonar. "Sé cual es el camino, el resto es pedir peras al olmo", dijo. "Utilice la vía directa con el ministro, sería un éxito político y el colofón a su carrera. Cuando fuese por la autopista me acordaría de usted", le replicó Casares. El senador desveló gestiones "con cabeza y con sentido" ante el ministerio para alcanzar este objetivo y también para lograr que Lalín cuente con un apeadero para el Tren de Alta Velocidad (TAV). La propuesta pasa porque el Estado acepte transferir la AP-53 a la Xunta y que luego la administración autonómica pueda fijar medidas correctoras encaminadas a una rebaja del precio de la vía. A estas alturas Fomento dispone ya de una colección de iniciativas sobre la autopista y los sucesivos gobiernos que pasaron por Madrid en estos casi 15 años no hicieron el más mínimo gesto para que la AP-53 no siga siendo una de las vías de pago más caras de España.

En la semana en la que la Mancomunidade Terras de Deza aprobó su presupuesto, después de casi 23 meses sin actividad, Lalín sacó adelante por unanimidad el pago de la cuota del curso pasado que suma 53.820 euros. Pero Crespo aprovechó este punto para responsabilizar al gobierno local de parte de la situación de parálisis del organismo dezano. Repartió culpas entre la presidencia que ostenta el alcalde de Rodeiro, Luis López, y el cuatripartito por no haber bloqueado el abono de la cuota anual. "Entre todos la mataron y ella sola se murió", adujo el popular, insistiendo en la irresponsabilidad que supone no pagar hasta ahora para atenazar la viabilidad de la mancomunidad. "Primero es pagar y luego quejarse, porque sí es cierto que no funciona bien". El alcalde, Rafael Cuiña, admitió que el bloqueo de la cuota fue una medida de presión para que la presidencia reactivase el ente, además de recordar que a Lalín tardará dos años en llegar el esperado proyecto de renovación de luminarias. "Echar la culpa a Lalín cuando el PP tiene mayoría absoluta... Ahora se abre una nueva etapa y no quiero problemas con la mancomunidad, pero en dos años no convocaron ni un pleno". recalcó el mandatario.