La sala de prensa del Concello de Lalín albergó ayer una charla de la agrupación de Alcohólicos Anónimos con la que quiso conmemorar el noveno aniversario de la agrupación, aunque su presencia en Deza se remonta a 13 años atrás con las primeras reuniones puntuales. El colectivo atiende en la actualidad a una decena de personas en Lalín, aunque algunos proceden de otros puntos de la comarca. Cabe destacar la mayoría de hombres entre ellos, aunque desde la asociación se recuerda que las mujeres son minoría porque todavía les cuesta desprenderse del estigma social que conlleva la aceptación de problemas con el alcohol.
La historia de Alcohólicos Anónimos en Lalín se remonta al embrión formado ahora hace nueve años bajo el nombre de "Terra Nosa", con reuniones en A Goleta. Antes, hace unos 24 años, alguien de fuera de la comarca fue el pionero en poner en marcha este tipo de terapia de grupo ayudando a crear desde la cabecera comarcal dezana las agrupaciones de Lugo, Ourense o Santiago, por ejemplo. Los actuales dirigentes de Alcohólicos Anónimos recordaban ayer con cariño aquellos primeros años de la agrupación y subrayaban como principal primer paso para todos los que quieran salir del infierno del alcoholismo "admitir que se tiene un problema". Cabe destacar que en Alcohólicos Anónimos de Lalín no cuenta con ayuda profesional, "porque hay médicos y psicólogos, pero están dentro porque funcionamos de alcohólico a alcohólico para poder llevar a cabo la terapia de ayuda habitual". Los responsables de la agrupación animan a todos aquellos con problemas con el alcohol que no duden en llamar al 646 645 119, que es el teléfono de referencia de la agrupación para toda Galicia. Las llamadas se canalizan a través de este número para, después, derivar a cada caso a su respectiva zona de influencia. En este sentido, desde el colectivo lalinense también se señala que existe un teléfono disponible durante las 24 horas del día para atender a aquellos asociados que caigan en la tentación.
La reunión de ayer en Lalín sirvió para mantener viva la llama de la ayuda para aquellas personas necesitadas de una tabla de salvación.
