El Colectivo Somos Agolada se dio a conocer ayer con el Foro Social dos Pendellos, mediante una charla y posterior coloquio con Lidia Senra, exsecretaria del Sindicato Labrego Galego y eurodiputada desde 2014 con La Izquierda Plural. Se integra en el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea. Su conferencia se basó en el papel femenino en el mundo rural.
-Usted siempre defiende que no existe el concepto de "mujer rural", sino que lo que diferencia a una mujer de otra son las profesiones. Pero ¿qué deficiencias padece hoy en día una mujer del rural, que no tiene otra urbanita, para poder conciliar?
-Sobre todo, la carencia de servicios como una guardería o un centro de día en el que puedan atenderse las personas mayores. Hay muchos municipios rurales que no cuentan con estas dotaciones y, claro, la atención de los niños y de los ancianos recae siempre sobre la mujer, que ve cómo esto repercute a la hora de desarrollar sus actividades profesionales. Pero es que al rural tampoco están llegando las campañas contra la violencia machista o el apoyo necesario para conocer nuestros derechos. Como lo que prima son los recortes para pagar la deuda que se generó cuando el gobierno regaló dinero a los bancos, los más afectados son los servicios públicos.
-Al hablar de la mujer del rural, aunque sea un error, siempre se piensa solo en las que trabajan en las explotaciones ganaderas. ¿Han alcanzado ya la igualdad de género en su profesión?
-No, porque aunque en 2011 se aprobó la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Ganaderas, esta norma está sin aplicar porque no hay perspectiva de género y no interesa desarrollar políticas que consoliden los derechos de las mujeres. Lo que precisamos es una evaluación profunda sobre cómo se aplican las políticas, porque siguen desarrollándose con un sesgo machista, y si no hay una verdadera formación en género de los profesionales, no vamos a avanzar más. Recuerdo que en el Sindicato Labrego, en los años 90, tuvimos casos de mujeres a las que no se les permitía cotizar en la Seguridad Social porque estaban casadas con un hombre que ganaba más que ellas. Fuimos a juicio, y el primer caso que se ganó fue uno de A Estrada.
-¿Ocurre lo mismo en otros países de la UE?
-Hay de todo. En el Parlamento Europeo pedimos que en las comisiones se aplique la igualdad de género en cuestiones como ponentes o debates, y son muy pocas las que tienen un protocolo. La excusa que se nos da es que no hay mujeres formadas en diversos ámbitos, cuando eso es mentira: sí las hay, pero no están visibilizadas.
