Además de los indicadores de población, referidos al año pasado, el IGE también publica los indicadores demográficos, que en este caso se basan en información de 2015. En esta categoría figura, por ejemplo, la tasa bruta de natalidad, que se refiere al número de nacimientos por cada 1.000 vecinos. En las comarcas, la horquilla se mueve entre los 2,2 nacimientos en Forcarei y los 7,7 en A Estrada, mientras que en otros municipios de la provincia llega a superar los 10 nacimientos por cada millar de vecinos, como ocurre en O Porriño, Soutomaior o Salceda de Caselas.

Y si la tasa de natalidad es baja, la de nupcialidad (el número de matrimonios por cada mil habitantes) tampoco resulta muy boyante. La cifra más alta corresponde a Silleda, con 3,7 enlaces, y la más baja es para Cotobade, con 2,9. La edad media del primer matrimonio para los hombres es, por líneas generales, pasados los 33 años, mientras que ellas se casan entre los 30 y los 32. A la hora de tener descendencia, las mujeres de las comarcas suelen decidirse entre los 29 años (en Cruces) o cuando cumplen los 33 (en Forcarei).