El Partido Popular rompió la negociación que mantenía con el gobierno para consensuar los presupuestos del Concello de Lalín para este año. Los populares aluden a la "desconfianza" que mantienen hacia el cuatripartito debido a sus "incumplimientos". Ponen como ejemplo la aprobación, en junta de gobierno, del Plan Concellos sin incluir "ni una sola" de sus propuestas, a pesar de que incluso había un acuerdo plenario para hacerlo

El portavoz del PP, José Crespo, menciona infraestructuras como el puente de Vilar y Sestelo o las depuradoras de Vilatuxe y Prado. "Cuando las aprobamos en pleno eran para incluir en el Plan Concellos, y no nos metieron ninguna", afirma el líder de la oposición. "Deben pensar que somos imbéciles -declara el exalcalde-. Nos piden colaboración para lo que les interesa, pero para lo que pueden aprobar en junta de gobierno, aunque haya acuerdos plenarios, pasan de nosotros y del máximo órgano de representación municipal". De hecho, el PP pedirá un informe al secretario para saber si los acuerdos plenarios son "vinculantes", es decir, si es obligatorio su cumplimiento. "Aunque no sea obligatorio, es igual de grave desde el punto de vista de la estrategia política, y más de un gobierno en minoría", apostilla.

Crespo aseguró ayer por la mañana que había comunicado a los representantes del gobierno la rotura de las negociaciones durante la reunión que mantuvieron el miércoles por la tarde. Sin embargo, desde el cuatripartito afirmaban, horas después, no tener constancia de esta decisión unilateral y se mostraban muy sorprendidos por la misma. Los populares están dispuestos a negociar cuestiones puntuales y también se comprometen a sacar adelante vía plenaria todos los asuntos de servicios sociales, "siempre que sean legales y no mentirosos", pero no apoyarán el total del presupuesto para 2017. De este modo, el cuatripartito, en minoría, se verá obligado a continuar con las cuentas prorrogadas de 2016 o a forzar una cuestión de confianza para intentar sacar adelante las nuevas.

Contrapropuesta

"Creedme que lo hemos intentado, que nos propusimos ser constructivos desde la primera reunión que tuvimos", alegaba ayer el líder popular, al tiempo que aseguraba que su grupo celebró varias reuniones para analizar a fondo el proyecto económico que le entregó el ejecutivo de Rafael Cuíña y en el que detectaron "desequilibrios en la parte técnica". Los contactos internos se intensificaron esta semana, con reuniones el lunes y el martes, a fin de elaborar una "contrapropuesta" para presentar en la cita del miércoles con el gobierno. Pero "nos dimos cuenta de que nos están machacando -manifiesta Crespo-. La desconfianza que mantenemos hacia este gobierno por sus incumplimientos no nos permite seguir negociando los presupuestos con ellos".

El desencadenante de la rotura fue la recepción de la acta de la junta de gobierno correspondiente al 29 de marzo, en donde figuran todas las obras del Plan Concellos, pese a que desde el gobierno les habían dicho que les llamarían para negociar alguna. El plan está dotado con 1,5 millones de euros. "Si al menos nos dejaran decidir 200.000 euros de inversión... Pero no metieron ni una sola obra de las aprobadas en el pleno. No son de fiar", dice Crespo.

El concejal habla también de "deslealtades", como decir a los vecinos de Pareízo -en su propia parroquia de Goiás-, que no se arregló su pista porque el PP votó en contra. Se refiere al plan de remanentes de 2015, dotado con 400.000 euros para invertir en mejoras viarias. "Ahora le echan la culpa de que no se haya ejecutado a la interventora; primero era nuestra. ¿La culpa no será de ellos porque llevaron al pleno de julio un plan sin pactar con nosotros?", inquiere. El plan sería, finalmente, consensuado con el PP y aprobado a principios de septiembre. "Se perdió un mes precioso que les hubiera permitido adjudicar las obras en tiempo y forma en 2016", alega.

Otra dificultad añadida para el pacto es "el clima" creado por el alcalde, "que es quien realmente embarra el terreno" con polémicas como "la suplantación de la identidad del vicepresidente de la Xunta". Crespo acusa a Cuíña de mentir al cifrar en un millón de euros el coste de la regularización del personal o de incumplir el acuerdo plenario para reactivar el aula de la Uned, puesto que no aparece ninguna partida para este fin en los presupuestos. "Que los pacten con quien estimen oportuno, pero que no cuenten con nosotros mientras haya esas trampas y deslealtades", sentencia Crespo.