El gobierno de Lalín mostró ayer su "rechazo frontal" a las últimas publicaciones del concejal no adscrito, Juan José Cruz, en las redes sociales. "Aprovecha de forma xenófoba una falta leve cometida por un vecino para atacar al alcalde", afirma, al tiempo que advierte al "tránsfuga" de que "no va a tolerar ningun tipo de actitud racista".

Evidentemente, el ejecutivo entiende que no se puede vender ropa falsificada -motivo por el que fue detenido el martes un senegalés al que se refiere Cruz-, pero "no es motivo para la estigmatización y la condena pública de un ciudadano", y más "cuando se trata de personas que sufrieron grandes dificultades para labrarse un camino y vivir de forma totalmente integrada en la sociedad". Tilda de "despreciable" su actitud por emplear una "falta leve" para intentar hacer daño al gobierno con mensajes que demuestran su condición de "xenófobo y racista". "Aunque ya está absolutamente deslegitimado, no todo vale en política e ir por el más débil, por quien no se puede defender, es miserable y sobrepasa todos los límites", sentencia.

"Vago integral"

Por otro lado, el ejecutivo califica de "vago integral" al concejal y le avisa de que los empleados municipales "no tienen por qué aguantar su ira y su absoluta incompetencia". No es problema de los trabajadores que no le funcione la firma digital, "descargada de modo incorrecto", cuando fue "el único edil de la corporación que no asistió a las sesiones formativas sobre administración electrónica", a pesar de las advertencias de, entre otros, su excompañero Tomás Vilariño y de que se celebraron fuera de su horario laboral. "Prefirió ir de paseo que cumplir con sus obligaciones como concejal", señalan desde el cuatripartito.