La presentación en sociedad de los cuatro nuevos integrantes de la Banda de Gaitas de Barbude -un acordeonista adulto, una gaiteira infantil, un gaiteiro adolescente y un tamborilero y bailarín infantil- y el concierto que la formación ofreció en el castro tras la misa solemne le pusieron este mediodía el broche de oro a la romería en honor a San Lázaro que la parroquia estradense de Barbude celebró este fin de semana.

Fue el punto final a una jornada que empezó con el pasacalles que la banda de gaitas ofreció en Trasmonte, As Carballas y San Martiño y que continuó con el miniconcierto que ofreció antes de la misa solemne. Había expectación entre el público después de que la banda estrenase recientemente en el Teatro Principal de A Estrada con el grupo de acordeonistas Os Lóstregos la pieza Ventiño do Norte, inspirada en una pieza originaria de Cantabria pero adaptada para la instrumentación de gaitas y acordeones que predominan en la Banda de Gaitas de Barbude y en Os Lóstregos. Será la pieza que interpreten el próximo domingo en Cereixo.

Tras el concierto, los integrantes de la banda confraternizaron con los suyos tomando juntos el pulpo en el castro. Era su particular despedida de una romería que había arrancado en la tarde del sábado en el castro con juegos populares como el tiro de la cuerda, las carreras de sacos o las competiciones de carretas (en la que los ganadores infantiles se llevaron un conejito y los mayores, un cordero). El contrapunto a estas iniciativas lúdicas estuvo en la doble exhibición ofrecida por el Centro Hípico La Torre. El saber hacer de una niña en doma en libertad de un pony sin silla ni cabezada asombró a los asistentes al igual que el carrusel de ejercicios simultáneos de 4 niñas a caballo que le dio el relevo. Luego, la comisión de fiestas ofreció unos pinchos a todos los vecinos. Y luego vino la parte artística de la fiesta: con la actuación de Os Lóstregos y del grupo cómico infantil y juvenil Son de Aldea. La "queimada" puso final a la velada nocturna.

Ya esta mañana, mientras la Banda de Gaitas de Barbude realizaba los mencionados pasacalles, se celebraban las misas matutinas en la capilla. Al término de estas y de la solemne, de mediodía, se celebraron las pujas de la carne que los devotos de San Lázaro le donaron a su santo preferido y que la comisión subastó para recaudar fondos para organizar los festejos parroquiales con la intención de que estos contribuyan a que la parroquia siga haciendo piña.