El polifacético artista estradense Miguel Docampo falleció en la mañana de ayer a los 63 años de edad tras ingresar de urgencia anteayer en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS). Su fallecimiento caía como un jarro de agua fría en A Estrada, municipio al que se había trasladado a vivir con sus padres siendo muy joven tras nacer "por accidente" en 1953 en Catoira, donde su padre, un químico estradense,trabajaba en Cedonosa. Seguiría vinculado a A Estrada durante toda su vida a pesar de sus frecuentes viajes y de su espíritu nómada, que le llevaría a residir hasta en 40 domicilios diferentes, tal y como relataba a FARO hace ya cuatro años.

Entonces, se confesaba: "siempre fui un artista rebelde y lo voy a ser hasta que me muera. Entonces me darán más importancia".Reivindicaba así su condición de artista "contestatario" que admitía que le había dificultado la entrada en los círculos comerciales a pesar de la contrastada calidad de su obra. Se negaba a que lo domesticabsen y confesaba que vivía "para el arte, del arte o, como me gusta decir, por culpa del arte", sin el que admitía que "el mundo" le resultaría "insoportable".

Miguel Docampo -que fundó y presidía el Ateneo Cultural de A Estrada- atesoraba una amplísima formación autodidacta y un perfeccionismo que le llevaron a dominar distintas vertientes del arte. Conjugaba la pasión por el diseño, la pintura, la ilustración, la estampación, el grabado, la cerámica y el diseño por ordenador. Y llegó a ser muy reconocido en los ámbitos artísticos en los que se movió.

De hecho, una investigación realizada por Xulio Carballo para su tesis doctoral sobre el cómic gallego situó a Miguel Docampo entre los mejores autores del cómic gallego. Y, así, en la exposición "BDG70: a revolta do cómic galego" llevada a cabo el pasado mes de diciembre en A Coruña, sus obras se codearon con las de referentes del cómic gallego como Permuy, Patiño, Jaraba, Navaza, Díaz Pardo, Méndez, Esperante, Prado, Oitabén, Martín, Barro, Carreiro, Patiño, Lázaro, Roxo, Saavedra, Sarry, Balboa, López Domínguez, Navarro, Marín Chichi, Xiráldez, Díaz, "Carrabouxo" y Veiga.

También a finales de los 70, concretamente en 1978, había logrado el premio de Artista Xove en la campaña de promoción de Artistas Jóvenes de A Coruña.

Fueron hitos en la vida de un artista que durante su infancia estudió en el colegio José Antonio los años en los que la profesión de su padre no le llevó a Catoira, Vilagarcía, Portugal y O Rosal. También estudiaría el Bachillerato en A Estrada. Su talento artístico lo percibieron siendo él "muy pequeño" por sus padres y profesores. Tanto que su adornado "profesor don Benito" le cedería con solo 16 años un estudio en la Praza da Igrexa para que montase su propio estudio. Lo hizo con su amigo Fernando Porto, dedicándose a la pintura abstracta y a recrear figuras cubistas y surrealistas. Luego, estudiaría un año en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago, donde afirmaba no haber aprendido "nada". Curso un año de talla de piedra y tras "tantos mazazos" en los dedos, dejó de taller cuando le robaron la escultural.

Pero en paralelo inició su colaboración con la revista Vagalume. Era un magnífico ilustrador. Luego colaboraría con otras muchas revistas como El Pope, Teima, A Nosa Terra, Informart, Dorna, Contrarretranca, Biosfera, O Golfiño o, más recientemente, Capicúa.

También diseñaría la portada de obras literarias como la biografía Bernardo Rodríguez Ribeira de la Fundación Cultural de A Estrada e ilustraría el libro Os ollos do dragón de María Angels Gardella, publicado en la prestigiosa editorial Galaxia.

Mención aparte merece su etapa como director creativo de la editorial que editaba guías y la revista del Club de Mar Palma de Mallorca. Allí iniciaría su vida "bohemia" y continuaría formándose. Estudió grabado clásico con Carlos Puntis dentro de la escuela de Urbino, alcanzando los conocimientos que subrayaba que los Mayer de Santiago no le habían querido enseñar "pese a la intervención de Xulio Maside". Logró perfeccionar las "líneas finas" que le obsesionaban desde muy joven, cuando buscaba conseguirlas a plumilla y terminaría dominando "la misma técnica que usaba Goya".Fue profesor, entre otros, de Camilo José Cela Conde y de uno de los tipógrafos más relevantes del mundo, Buselügstong, luego Premio Nacional de Grabado de Suecia, siendo felicitado por el director del Museo de Estocolmo por la estampación de sus grabados que realizaron él y su esposa. También crearía grupos de animación cultural y dirigiría el grupo de guiñol Rum-Fum-Bum.

"Disperso y diverso", como él decía, con humor, en su pintura predominan la abstracción y componentes surrealistas. Realizó exposiciones en A Estrada, Pontevedra, Santiago, A Coruña, Mallorca o Ibiza.También pintaría murales para decorar locales de ciudades como Vigo o Mallorca. En Vigo, por ejemplo obras de su autoría decorabron las paredes del gimnasio Coliseum.

En su casa de Bedelle tenía una de las pocas prensas de grabados existentes en Galicia y con ella realizaba grabados calcográficos.Sus motivos recordaron a menudo a los de los artistas que más le influyeron, como Picasso o Marcel Dichamp. Ajeno a las modas, sus obras se caracterizan por una riqueza de detalles que reconocían especialmente otros artistas, sus principales mecenas, a falta del apoyo institucional a los artistas plásticos que siempre criticó y echó en falta, por ejemplo, en A Estrada.

Su fallecimiento deja un vacío artístico y personal difícil de llenar en el municipio. Miguel Docampo fue, sin duda, uno de los artistas más completos del panorama artístico local e incluso gallego.Nunca dejó de aprender y jamás abandonó su espíritu inconformista. Este le llevaría a vincularse políticamente a Podemos en los últimos años.

La capilla ardiente por su eterno descanso se instaló al mediodía de ayer en el Tanatorio Estradense, de donde saldrán hoy sus restos mortales a las 18.00 horas en dirección al funeral que acogerá a las 18.30 la iglesia parroquial de A Estrada. Luego,se procederá a su incineración en la intimidad familiar. Miguel Docampo se va pero su obra perdura y, a través de ella, será inmortal.