El II Cocido do Orgullo bajó ayer el telón tras cuatro días de actividades y con muy buen sabor de boca, y no solo por el plato gastronómico más conocido de Lalín. La concejala de Igualdade, Celia Alonso, hace un balance más que positivo de todo el programa, del que resalta la repercusión que tuvo el Seminario de Educación Afectivo-Sexual e Diversidade, que se celebró el viernes y se orientaba a, sobre todo, los vecinos más jóvenes. El programa de la media docena de charlas despertó interés en centros educativos de distintos puntos de Galicia, como institutos de Vigo, que trasladaron a la concejala su intención de participar en próximas ediciones.

Algo parecido ocurrió con la otra actividad que invita a la reflexión sobre la realidad del colectivo LGTBI, el taller sobre sexualidad femenina que se impartió en el Museo Ramón Aller. Fue tremenda la avalancha de mujeres que apareció en este enclave para participar en el aula, en la que había que inscribirse previamente. Visto el gran éxito de esta iniciativa -era una de las novedades del programa de esta edición- Alonso anuncia que a lo largo se celebrarán, desde el área de Igualdade, más talleres de este tipo.

Ya en la vis más lúdica del Cocido do Orgullo, a lo largo del fin de semana la carpa de la Praza da Igrexa acogió conciertos de música y también actividades infantiles que, precisamente debido a su diversidad, ayudaron a que los más pequeños comprendiesen hasta qué punto es necesaria la variedad en todos los aspectos de la vida. Durante los próximos días Celia Alonso contactará con los restaurantes adheridos al Cocido do Orgullo, en torno a una treintena. La concejala reconoce que esta actividad, a diferencia de la cita gastronómica que se celebró en febrero, concentra buena parte de los comensales en los negocios del casco urbano y beneficia menos a los de las parroquias. Ello se debe a que las actividades lúdicas se circunscriben al casco urbano y a que las personas que vienen de fuera -algunas se trasladaron en avión hasta las ciudades más cercanas para cubrir el resto del trayecto en tren o bus- se alojan también en el casco urbano. La tarea que queda por delante, hasta la próxima edición del Cocido do Orgullo, es dar visibilización al colectivo LGTBI en la comarca. Por de pronto, personas de todas las edades -eso sí, muchas de fuera de la capital dezana- mostraron todo su apoyo durante estos días para que este colectivo logre una integración real.