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O asasinato de Xesús María Fortes Cota (II)

Investigación das crónicas sobre o acontecido ao pedáneo de Limeres

O xornalista Francisco Varela Garrido.

Prosegue a reportaxe de Pancho Varela, correspondente de El Pueblo Gallego en Cerdedo, publicada baixo o titular "Del crimen de Cerdedo. En el monte de la Corredoira unos maleantes asesinan al joven Jesús Fortes Cota. Los criminales no han sido detenidos" (data de publicación: 11 de decembro de 1935):

..."Cuando la Guardia Civil de Cerdedo tuvo conocimiento de estos hechos serían, aproximadamente, las doce de la noche, saliendo dos parejas hasta el lugar de Limeres, en donde se detuvieron hasta que se hizo de día, marchado después hasta el sitio donde se encontraba el cadáver.

A eso de las once llegó allí el Juzgado de Carballedo, instruyendo las primeras diligencias y ordenando el traslado del cadáver al lugar de La Redonda.

Se cree que el asesinato ocurrió en el momento en que el pobre Jesús, al quedarse solo y sin duda sintiendo frío por haber llegado hasta allí sudando, se acercase a la indicada cueva buscando abrigo y fuese sorprendido por los bandidos allí escondidos, que descargaron sus pistolas a boca de jarro sobre él.

Es de aplaudir el celo desplegado por la Guardia Civil de San Jorge que, tan pronto se enteró de lo sucedido, aunque no corresponde aquello a su demarcación, practicó un servicio especial, explorando el terreno en todas aquellas inmediaciones. Asimismo, el Juzgado municipal y el de instrucción, con verdadera actividad, practicaron todas las diligencias del caso.

El muerto contaba veinticuatro años de edad, de estado soltero, y gozaba de grandes simpatías en la comarca por su trato social y carácter bondadoso.

Ampliando noticias de la muerte de Jesús Fortes Cota.- Hemos omitido el detalle que, luego que los asesinos dieron muerte al pobre Cota, le llevaron la escopeta y un revolver que portaba, además de parte de los cartuchos que guardaba en los bolsillos, apareciendo éstos con los forros hacia fuera, así como que, a la entrada de la cueva, formada por peñas, apareció una cuerda y un palo o bastón de roble de tosca construcción.

La autopsia.- Fue hecha por el forense del partido de Puente Caldelas y el médico municipal de Cotovad, comprobándose que los balazos fueron ocho, cinco de ellos mortales de necesidad. Los orificios de entrada estaban por la espalda entre la axila y la nuca, notándose en la mayor parte de ellos el fogonazo del arma, lo que hace suponer que fueron hechos estando el pobre Jesús ya herido y caído en el suelo. Además, dos de las balas tienen el orificio de entrada por el mismo sitio.

Como los casquillos encontrados junto al sitio donde apareció el muerto son sólo cuatro y la trayectoria de los proyectiles no es la misma, se desprende que fueron dos los que dispararon. Uno con pistola del calibre nueve largo, de las reglamentarias de la Guardia Civil, y el otro con un revólver.

Contrastes.- Es muy comentado en esta villa el poco celo desplegado por la Guardia Civil de este puesto, ya que habiendo tenido conocimiento del suceso por los compañeros de la víctima a las doce de la noche del 5, no empezaron a actuar hasta que fue de día, pues si bien salieron del cuartel dos parejas a la una de la madrugada, se quedaron en Limeres y a tres kilómetros de donde se realizara el hecho, en casa de un vecino de aquel lugar, al calor del fuego, mientras que los vecinos de dicho punto hacían guardia al muerto y el hijo del dueño de la casa donde pernoctaban, salía sin arma de ninguna clase y a las tres de la madrugada, a dar conocimiento al juez de Cotovad.

El contraste está en que mientras quien debe y está obligado a ello ha dejado de cumplir, hasta el extremo de tener que llamarles la atención el juez de instrucción, los vecinos cumplen con su deber de humanidad y la víctima muere en un derroche de civismo y valor".

Satisfacendo o meu desexo e curiosidade, miña nai, María do Carme Varela, retrotraeuse á infancia e, meniña de tres anos, relatoume como aquela noite do 5 de decembro, a iso da unha da madrugada, Xosé do Santo, veciño de Cerdedo, chamou por miña avoa dende o camiño que, antano, cinguía polo oeste a casa das Raposeiras. Ambos os dous eran parentes da vítima.

-Isolina, mataron a Jesús María na Corredoira. Se queres vir, vístete, que te espero!!

A avoa Isolina, moza de 27 anos, sobrecolleuse, ora ben, non o dubidou e, aviándose á carreira, acompañou a Pepe do Santo deica o Chan da Andoriña (máis de 5 km en liña recta) e, alá permaneceron, canda o morto e na compaña doutros veciños, até que se fixo día (o xuíz de Carballedo chegou a iso das 11 horas do día 6). Aquel aperto produciu na miña nai unha fonda e indelébel impresión.

De volta na casa, miña avoa contou o que lle contaron: que, na véspera, houbera baile en Limeres, que alguén alertou da presenza de ladróns de gando no monte, que algúns veciños saíran armados tras deles, que Xesús María se afastara do grupo perseguidor e que, no Chan da Andoriña, decidiu espreitar ao socairo dunha espenuca que, por fatalidade, escolleran os bandidos para se agochar:

-Jesús María foise esconder onde estaban os ladróns.

As observacións meteorolóxicas rexistradas para Pontevedra (a nivel do mar) no boletín do Servizo Meteorolóxico Español para o xoves 5 de decembro foron: presión atmosférica 1.026 mb; nubes e claros; temperatura máxima 13 ºC, temperatura mínima 9ºC; visibilidade 7 (distancia máxima á que son visíbeis os obxectos durante o día ou as luces durante a noite: 20.000 m). A Lúa atopábase en fase avanzada de cuarto crecente (73'91%). A lúa chea cadrou o día 10.

Pancho Varela cualifica a noite de "deliciosa", mais na súa crónica do mércores 11 anota que a vítima puido buscar agocho entre as rochas por sentir frío. Non se amenta a chuvia.

O artigo de Pancho Varela gaba a dilixencia da Garda Civil de Sacos, mais, deixa en evidencia a de Cerdedo. Consonte o lido, a testemuña principal da que se vale Pancho para eleborar o seu artigo é, con certeza, o camarada e veciño de Limeres Xosé María Lavandeira Durán.

Dous días despois, na edición do venres 13 de decembro (páx. 11), o propio Pancho Varela redacta para El Pueblo Gallego outro suceso arrepiante acontecido na parroquia de Quireza na anoitecida do luns día 9, véspera de lúa chea:

"Cerdedo. Dos sátiros.- El pasado día 9 y a eso del anochecer, el vecino de La Estrada, Amable Durán, de 28 años, soltero, y el de Forcarey, Benito Cacheiro, casado, exlegionario aquél y churrero éste, ambos de pésimos antecedentes, en el punto despoblado conocido por "a Granxa", intentaron violentar a la joven de 16 años, Isolina Penelas Barreiro, vecina de Quireza, en este término.

Para ello, el Amable (vaya un amable), empuñando una pistola ametralladora, la atemorizó brutalmente diciéndole que si no se rendía, que la mataba, mientras que el otro le servía de alcahuete, vigilando por si alguien llegaba. Como acertase a pasar por allí el vecino de Castro, José Taboada, de 18 años, y un sobrino de éste, de 10, y oyesen las voces que daba la muchacha, se acercó en auxilio de la misma, momento en que el exlegionario, encañonándole con la pistola, le obligó a seguir su camino en el temor de perder su vida. Como a los pocos momentos, y al oír también las voces de la muchacha, acudiesen el maestro de Deán, don Ramiro Castro, y el vecino de la misma, Jesús Bugallo, los sátiros, escapando a campo traviesa, dejaron en libertad a su presa.

Este hecho, en unión del que hemos comunicado el día 11 y en el cual perdió la vida el pobre Fortes Cota, tienen alarmadísimo el vecindario de este término; y, por suponer enterado del mismo a las autoridades, por haberlo denunciado el padre de la muchacha a la Guardia Civil, esperamos que aquéllas hagan justicia, a ver si algún día podemos transitar por estos caminos sin el temor de encontrar esta clase de maleantes".

Pancho Varela volvía meter o dedo na chaga. Ventilar na prensa, no postremo do ano 1935, a reiterada ineficacia dos membros da Benemérita de Cerdedo sería un dos factores coadxuvantes e decisivos para, tras a sublevación fascista de xullo de 1936, ser condenado en xuízo sumarísimo á pena capital e, sen clemencia, fusilado o 27 de xullo de 1937.

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