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El modelo de trama urbana

El gobierno de Lalín descarta extender la zona azul a más rúas tras diez años de la primera fase

El sistema de discos será suprimido y habrá parquímetros y una aplicación móvil para controlar los tiempos de aparcamiento -Casares dice que continuará siendo gratuita y el tope de estacionamiento sigue en 90 minutos

Agentes observan en un vehículo un disco, sistema que será suprimido más adelante. // Bernabé/Luismy

Hace diez años se instauró en Lalín el sistema de estacionamiento gratuito controlado, con la extensión de la zona azul en una primera fase a las calles Principal y Joaquín Loriga, que llegaría después hasta seis rúas más. El grupo de gobierno, que no amplió la zona azul a más calles del núcleo urbano, tampoco prevé hacerlo, pero sí establecer una serie de modificaciones en un mecanismo concebido para favorecer la rotación de vehículos en los puntos con mayor densidad de tráfico y estacionamiento, en beneficio de los negocios.

El concejal de Urbanismo lalinense, Nicolás González Casares, manifiesta que el grupo de gobierno no tiene en mente ampliar la zona azul a más rúas porque a su juicio existe una cierta "estabilidad" en este modelo, aunque sí anuncia modificaciones en el sistema de estacionamiento controlado para ganar más efectividad si cabe. En primer lugar, a medio plazo desaparecerá el sistema de discos implantado precisamente hace una década, puesto que para el edil este modelo tiene varias carencias. Así, expone que no existe en ocasiones mucho rigor por parte de los usuarios en el momento que fijan los horarios de llegada y salida, además de que sobre todo los conductores foráneos a veces tienen problemas para localizarlos o no saben muy bien dónde se pueden conseguir. ¿Las alternativas? Por un lado está previsto que el control de la zona azul se realice mediante la instalación de parquímetros en la calle, pero también se recurrirá a tecnología más avanzada como una aplicación para los teléfonos móviles. En el primer caso el usuario tendrá que retirar un ticket en la máquina expendedora, que mostrará la hora exacta de llegada y, en consecuencia el momento en el que debe dejar la plaza a otro vehículo. González Casares garantiza que aparcar en las calles de Lalín seguirá siendo gratuito y también se mantendrá el tiempo máximo de una hora y media de reserva de plaza; transcurridos estos 90 minutos el conductor deberá buscar otra plaza en una calle diferente. Así está establecido en la ordenanza municipal, que en principio no será modificada en estos términos.

Ya con cargo al plan Edusi -dentro de las propuestas de Smart City- se desarrollará una aplicación telefónica con la que el conductor indicará su horario de llegada. Este mecanismo estará conectado con la Policía Local, que podrá consultar la situación de los vehículos estacionados. Otra ventaja para Casares será que este mecanismo digital permite saber qué densidad de tráfico hay en cada calle o dónde hay plazas de estacionamiento disponibles. En el caso de las sanciones, si bien se mantendrán las que aparecen en la ordenanza vigente, sí se contempla que con la aplicación móvil la persona sancionada pueda pagar al momento o en unas horas el importe de la multa que, en ese caso, tendría una bonificación del 80%. "Como el afán no es recaudatorio, si una sanción ahora en pronto pago antes de un mes se queda en 15 euros, la idea es que después sean sobre cinco".

Una de las alternativas para estacionar en las calles más saturadas de coches es el parking subterráneo Aldea Grande. Reabierto por el actual gobierno a finales de 2015 y tras un tiempo de gratuidad, tras la contratación del personal el Concello comenzó a cobrar. Pese a las promociones o unas tarifas con precios bastante asequibles, la utilización de esta infraestructura no acaba de calar entre la población.

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