Con éxito se celebraron ayer en Lalín dos concentraciones de vehículos con una misma meta: Terminar compartiendo un cocido. La VI Ruta de Coches Clásicos congregó unos 60 vehículos de lo más variado y 150 comensales en el Hotel Pontiñas, mientras que a la I Impalada Galega acudieron unas 65 motos del mítico modelo turístico de Montesa, si bien en la posterior comida en el Cabanas se dieron cita en torno a 70 personas.

La ruta organizada por la Escudería de Clásicos O Toxo, al precio de 25 euros para socios y 30 para los demás, partió de las inmediaciones del campo de fútbol de Lalín a media mañana y discurrió por tierras de Agolada y Palas de Rei, con parada en el castillo de Pambre. Al regreso a la capital dezana, dispusieron de sitio para estacionar en la Rúa da Ponte y compartir un cocido en el Hotel Pontiñas.

El presidente de Motoclub Veteranas de Deza, Iñaki Asorey, se mostraba muy satisfecho del "éxito" de la 1ª Impalada Galega, que también costaba 25 euros por persona. Había participantes llegados de distintos puntos de Galicia e incluso dos procedentes de Asturias. Tras una concentración en la Praza da Igrexa de Lalín, los moteros pusieron rumbo a Silleda, bajaron hasta Merza y siguieron por Vila de Cruces y Brántega hasta Agolada, en cuyos pendellos degustaron unos aperitivos y fueron recibidos por el alcalde, Ramiro Varela. Después regresaron por Rodeiro hasta Lalín para compartir mesa y mantel.