Del mismo modo que en la zona predomina la venta de vivienda libre frente a la protegida, durante el año pasado se mantuvo la tendencia de los últimos ejercicios en la que se impone la venta de vivienda usada sobre la que está sin estrenar. En total, se vendieron 208 inmuebles de segunda mano, frente a 47 que no fueron nunca utilizados. Ello supone que, por cada casa o piso nuevo que se vende, se efectúa la misma operación con otras cuatro usadas. Esta tendencia se da, sin excepciones, en los nueve municipios de las comarcas.

Así, de las 97 transacciones en Lalín, 71 son de vivienda usada, igual que las 45 de las 57 de A Estrada o las 54 de las 62 de Silleda. En casos como Cruces, Rodeiro, Cerdedo, Dozón y Forcarei todas las viviendas que se vendieron son de segunda mano. En Agolada hay una venta tan sólo de una vivienda nueva, mientras que la media docena restante es usada.

En cuanto al mejor trimestre para comprar, no hay uniformidad: en A Estrada la mayor parte de las viviendas se adquirieron en el cuarto trimestre (19), mientras que en Lalín fue en el segundo (37). En Silleda también se esperó a finales de año (27), igual que en Vila de Cruces (5).