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Corazón y diseño brindan nueva vida a la casa de María Martínez

El nieto de la fundadora del grupo Martínez Otero y su estudio de arquitectura optan a un premio COAG por su rehabilitación

José Martín Valladares Durán.

Corazón, tradición, diseño, vanguardia y eficiencia energética se han aliado para proporcionarle una nueva vida a la casa de María Martínez, la mujer que fundó el mayor grupo empresarial de A Estrada, Martínez Otero, que ha dado y aun da trabajo a generaciones de estradenses. Los artífices son sus nietos, los vástagos de su hija Aida, María y José Martín Valladares Durán. Ella eligió la casa de Pousada (Callobre) que su madre había guardado con amor desde el fallecimiento de María Martínez para crear la vivienda habitual de su familia. Y le encargó a su hermano, el arquitecto José Martín, y a su estudio -Redondo Valladares y Rodríguez (RVR) Arquitectos- la creación de su hogar. El resultado ha sido magnífico. Tanto que el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) lo ha seleccionado como finalista de la categoría de Rehabilitación de los XVII Premios COAG de Arquitectura, que se fallarán el próximo 17 de marzo en Ourense.

Ha sido elegido como ejemplo de rehabilitación de una vivienda tradicional. Alberto Redondo Porto, el propio José Martín Valladares Durán, Marcial Rodríguez Rodríguez y su equipo aspiraban a "actualizar a estándares de confort actuales" la casa de finales del siglo XIX en la que nació María Martínez, "cambiando todo lo que era necesario cambiar para que, al mismo tiempo, todo siguiese igual". Se trataba de actualizarla preservando su "memoria" ya que esta es también la de "las vidas que han pasado" por ella, según explicó José Martín Valladares.

Para él, el reto era doble. A la vinculación profesional, la habitual cuando su equipo afronta un nuevo proyecto, le sumaba la "afectiva", la más destacable. "Era la casa de abuela, en la que nació, y a la que mi madre le tiene un cariño muy grande además de la casa en la que van a vivir mi hermana y su familia". Los "cariñosos recuerdos de haber vivido allí, de una abuela, de su familia, de sus hijos " y también de su madre y su padre -que la cuidaron con esmero durante estos años en los que no fue residencia habitual de la familia- pesaron en la definición de un proyecto que, una vez materializado le brinda a este arquitecto la satisfacción de saber en relación con la casa de su hermana que "si mi abuela la viese seguiría reconociéndola como suya".

Optaron por recuperar una parte de la casa primigenia como tal y, a la par, sumarle un par de piezas nuevas con la recuperación de un pajar que estaba en ruinas afrontando el reto de que lo que ya existía y lo nuevo formasen una parte unitaria.

Bebieron de la tradición apostando por actualizar los sistemas constructivos, haciendo que siguieran vigentes los muros de piedra, las estructuras de madera y los suelos y las ventanas también en madera. Eligieron materiales naturales a los que el paso del tiempo "desgasta" pero también "enriquece". Tras meses de trabajo,José Martín Valladares se muestra convencido de que "lo hemos conseguido, gracias a nuestro equipo, a la gente que trabaja en el estudio, a los clientes (muy importantes, mi hermana y su marido) y a todos los profesionales que han trabajado en la casa". Se refiere a los empleados del grupo Martínez Otero y a las firmas colaboradoras de este -albañiles, carpinteros e instaladores- mayoritariamente de A Estrada y su entorno que han realizando un "trabajo destacable" para plasmar el proyectode RVR Arquitectos.

Este optó en el exterior por la tradicional técnica del enfoscado de la piedra en blanco para protegerla de humedades. Y tanto por fuera como por dentro por "materiales muy naturales": madera de pino en los suelos, de roble en ciertos muebles" y "detalles de artesanía" como el pasamanos que elaboró un artesano. Es una casa "muy de la tierra" en cuyo diseño mimaron hasta el extremo la eficiencia energética para que la casa sea confortable con "un consumo de energía mínimo". Así, adoptaron medidas pasivas, trabajando mucho el aislamiento térmico de la casa. Aprovechan la luz del sol procedente de la orientación sur para que la propia radiación solar la caliente en invierno y que la ventilación cruzada de ventanas y ventanales permita refrescarla en verano. Como medidas activas, utilizaron energía geotérmica -la procedente del suelo para la producción de calefacción y agua caliente sanitaria- reforzándola con un recuperador de calor.

Son medidas que buscan mantener una temperatura constante en una casa en la que detalles como el columpio existente en pleno salón incitan a mirar al horizonte con optimismo a los descendientes de una saga que mira al futuro sin olvidar sus raíces.

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