Nació en 1941 en el poblado minero de Fontao, emigró a Francia en 1962 y regresó en 1999. Desde 2008 reside en Lalín, donde pronto destacó por su carácter solidario. María Blanco era otra de las sorprendidas por el premio recibido porque "lo que yo hago no lo hago para que se reconozca ni nada parecido". Sin embargo, María también confiesa que "por un lado no me gustaría que me dieron un premio como este porque soy muy tímida". De todas formas, la premiada se muestra "muy contenta de trabajar con O Mencer, es un trabajo bonito porque se trata de hacer el bien a los demás y hacerle frente a cosas que pasan en la vida que no deberían suceder". María Blanco es de las que prefiere seguir echando una mano a los más necesitados haciendo el menor ruido que sea posible.