La Consellería de Presidencia, que junto a la Diputación financia el Parque Intercomarcal de Bombeiros de Silleda, corrige las declaraciones de la plantilla de este servicio y asegura que no se rechazaron sus demandas, sino que "se trasladó que éstas deberían someterse a un estudio más detallado y que se debería esperar a que se decida el nuevo modelo de gestión para abordar estas cuestiones con todas las garantías". Presidencia insiste en que para acometer la redacción del convenio laboral es preciso un informe previo del secretario y del interventor de dicho consorcio, al igual que el proceso de funcionarización de las 19 personas que conforman la plantilla (17 bomberos, un técnico y un jefe accidental).

En la misma línea se pronuncia el presidente del Consorcio do Deza e Tabeirós-Montes, el alcalde agoladense Ramiro Varela. "Los dos representantes de la Xunta y la Diputación señalaron que no tienen poder de decisión, y que llevarán estas propuestas a estudio, ya que se están haciendo reuniones para pasar al consorcio provincial todos los parques privatizados, y el de Silleda no va a quedar fuera de este tema", señala. Por ahora, en ese consorcio provincial se integran los parques de O Porriño, Bueu, Ribadumia y Vilagarcía de Arousa.

Desde la plantilla no se entiende el porqué de esta nueva demora, máxime cuando se les envió por correo electrónico a los miembros del consorcio -Xunta, Diputación y concellos- un borrador del convenio y del proceso de funcionarización ya en octubre, hace cuatro meses, para que lo estudiaran con tiempo. El equipo de Silleda no ve mal que los empleados de los parques privados pasen a la función pública, "pero es que en 18 años hubo tiempo para buscar alternativas" a su caso, recalcan, ya que pese a pasar una oposición que tenía que ser de funcionario, figuran como personal laboral. Hace por lo menos 10 años que se producen sucesivos intentos para tener un convenio laboral.

Su clasificación como funcionarios no obedece a un capricho, ni siquiera a un posible aumento de la nómina. Al figurar como personal laboral, y no como funcionario, los bomberos de Silleda no están considerados agentes de autoridad, como sí lo son la Guardia Civil o la Policía. Por tanto, no pueden desalojar un edificio en caso de incendio, ni tampoco acceder al interior de una vivienda si alguien se le opone, aunque exista peligro.

La plantilla elevará todas sus demandas -algunas de ellas, históricas- al sindicato que los representa, Comisións Obreiras, en un encuentro que tendrá lugar este viernes. Los representantes de los trabajadores hacen constar que es necesario que el consorcio comience a aplicar de una vez los derechos que se recogen en el Estatuto Básico del Empleado Público. En esta norma se indica que los trabajadores con menos de 15 años de antigüedad tienen derecho a seis días de asuntos propios al año, que pasan a ser 7 si la antigüedad rebasa esos 15 años. Pues bien, la plantilla de bomberos solicitó "dos días de asuntos propios el año pasado, y se nos dieron excusas" pese a que se trata de derechos adquiridos.

Existe otro problema más, al margen de la necesidad de más efectivos o de un convenio laboral: la limpieza de las instalaciones. En el parque de Silleda ninguna empresa se encarga de esta labor, sino que la realizan los propios bomberos, desde hace casi 20 años, aunque la ley marca que los trabajadores solo están obligados a limpiar las cocheras. Se solicitó varias veces un servicio de limpieza "pero nos respondieron con amenazas", señalan.