Hace ya años que Pontevedra carga con el sambenito de ser la provincia con las pólizas de seguros para automóviles más caras de España. El argumento de las aseguradoras es que estos precios más caros vienen marcados tras realizar diversos cálculos y algoritmos en los que se tienen en cuenta diversos factores como siniestralidad, climatología, niveles de fraude..., en cualquier caso, contratar una póliza de automóvil en Pontevedra es una media de 380 euros más caro aquí que en la provincia con los precios más bajos, que es Ciudad Real.
Uno de los criterios empleados, el de la siniestralidad, parece dar la razón a las empresas aseguradoras, al menos en lo que respecta a los accidentes de carácter leve. Pontevedra es la quinta provincia de España con más siniestros de "chapa y pintura", al menos en lo que respecta al cálculo del número de incidentes en función con su población. En términos absolutos es evidente que Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, se llevan la palma en cuanto siniestralidad de carácter leve, dado que son también provincias muy populosas. No obtante, cuando el cálculo se realiza en función de la relación entre siniestros y número de habitantes, Pontevedra escala posiciones rápidamente hasta situarse en este cuarto puesto del ránking nacional.
Según los datos publicados recientemente por Unespa, que es la patronal de las empresas aseguradoras en España, Galicia es ya la tercera comunidad en cuanto a número de siniestros leves por cada mil habitantes, solo superada por Baleares y Cantabria, así como por la ciudad autónoma de Melilla en donde el cálculo se dispara a los 5.418 accidentes por cada cien mil habitantes debido a que en su pequeño territorio asume la elevada siniestralidad de una aglomeración urbana.
Según estos mismos datos, Pontevedra sería la cuarta provincia con más porcentaje de accidentes leves, un total de 4.516 por cada cien mil habitantes; solo por detrás de los 5.283 accidentes por cada cien mil personas de las Islas Baleares, los 4.922 de Cantabria, los 4.795 de Málaga y los ya mencionados 5.418 de Melilla, en los que hay que tener en cuenta que refleja la siniestralidad propia de un entorno exclusivamente urbano, con un número de incidentes muy elevado por su importante tráfico para una población relativamente baja.
Pontevedra registró el pasado año un total de 42.911 accidentes leves, es decir, sin daños corporales, lo que supuso un incremento de un 1,45% con respecto al año anterior, un porcentaje que está por debajo de la media estatal en donde estos tipos de siniestros crecieron una media de un 3,62%. De hecho, aumentaron en todas las provincias salvo en Cantabria, Cuenca, Gerona y Córdoba.
En términos absolutos, Pontevedra ocupa la décimotercera posición en cuanto a media de siniestros semanales con un tota de 117 golpes de chapa de lunes a domingo. Aquí se ve superada por otra provincia gallega, como A Coruña, con 135 y Madrid es la que se lleva la palma con 705 incidentes semanales. En Lugo se producen 34 siniestros de este tipo a la semana y en Ourense tan solo 30.
Según estos mismos datos, si usted conduce su vehículo por las carreteras de pontevedra un lunes o un viernes, debe saber que tiene un mayor riesgo de sufrir alguna colisión de este tipo, dado que son los días con mayor número de partes 138 en los dos casos. Sin embargo, el domingo es el día más tranquilo con una media de 69 accidentes cada semana.
El estudio de Unespa también indica que las cotas de mayor accidentalidad se alcanzan en junio y las que menos en agosto.
Causas
Este último balance de Unespa no incluye un análisis de las posibles causas de esta elevada siniestralidad leve en la provincia de Pontevedra. No obstante, sí aporta alguna explicación en un informe elaborado por esta misma asociación empresarial sobre la siniestralidad en Galicia y para el que utiliza datos del anterior ejercicio, de 2015. En él distingue claramente dos Galicias. La atlántica y urbana en la que se dispara esta accidentalidad y la oriental en donde la probabilidad de accidente de chapa es relativamente baja.
Un elemento que para la patronal de las aseguradoras puede influir en la elevada siniestralidad en Galicia (tanto para estos accidentes más pequeños como incluso para los de mayor gravedad) es la dispersión de la población en esta comunidad autónoma y, por tanto, también en la provincia de Pontevedra. A mayor disgregación de la población, más desplazamientos en coche. Cuando esta dispersión es mayor, la gravedad de la accidentalidad también aumenta. Así, en Pontevedra y A Coruña los accidentes son más pero tienden a ser menos graves que en las otras dos provincias con población más disgregada y desplazamientos más amplios con menos accidentes pero que tienden a ser más graves.
