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Javier Cabalar Prieto: "Hay perros difíciles, pero la mayoría de los problemas vienen por los dueños"

"En España tenemos una ley racista que deberíamos cambiar"

Cabalar, con sus perros, Maya -sobre el banco- y Buda, en la Carballeira estradense. // Bernabé/Cris M.V.

A sus 22 años, este estradense se está iniciando en el mundo del adiestramiento canino, especializándose en la disciplina deportiva de Mondioring. Es habitual verlo por las calles estradenses paseando con su Dóberman y su Yorkshire, una manera de normalizar la convivencia de las distintas razas y de estas con los humanos. Es un firme partidario de reformular la normativa que rige las razas potencialmente peligrosas.

-¿Qué opina respecto a la existencia de los registros de canes potencialmente peligrosos?

-Creo que una ley es necesaria porque hay mucha gente que no está capacitada para tener ni un perro de estas razas ni de ninguna otra. En este país tenemos una ley muy injusta. En otros países tienen leyes mucho menos racistas que van más sobre la persona y menos sobre el perro, que te obligan a tener ciertos conocimientos para tener cualquier tipo de perro. Lo que pasa en España es que la ley dice que mi perro, que es muy bueno, tiene que llevar bozal. Sin embargo, y no quiero irme a las razas, pero un pastor alemán, por ejemplo, es un perro fuerte, que si no se educa correctamente también puede hacer daño y en este país no tiene que llevar bozal. Pienso que deberíamos cambiar la ley, pero la mayoría de los ciudadanos no tenemos el poder para hacerlo.

-¿Unos perros son más peligrosos que otros o el problema está en los dueños?.

-Hay ciertas razas y, sobre todo dentro de las razas, ciertas líneas con una predisposición genética a tener un mayor nivel de agresividad, sobre todo hacia otros perros, un mayor nivel de desconfianza y de agresividad. Eso es cierto, pero no solo lo hay en estas razas. Hay líneas fuertes. El problema es que hay mucha gente que tiene perros considerados potencialmente peligrosos por imagen, y si te equivocas en la línea que coges -que normalmente suele pasar- es cuando generas un problema. Pero vuelvo a lo mismo, con cualquier raza. No es culpa del perro ni de la raza, es culpa del propietario. Hay perros difíciles, pero la mayoría de os problemas vienen por los dueños.

-¿Es partidario de revisar el listado de razas consideradas peligrosas?

-Sí. Hablando con gente que lleva años y que incluso estuvo presente cuando se hizo esta ley, dice que la clave está en incidir sobre la persona, no sobre el perro. Si tú tienes los conocimientos necesarios para tener un perro, da igual el que tengas. Te podrá salir mejor o peor, pero lo importante son los conocimientos que tenga el dueño. Los perros necesitan trabajo, hacer cosas, tener un motivo en la vida. Lo primero que tiene que entender la gente es que un perro no es un juguete.

-¿Qué consejos le daría a una persona que quiere hacerse con un perro de raza potencialmente peligrosa?

-Hace un tiempo un compañero iba a comprar un American Staffordshire Terrier, una raza que en España está catalogada como potencialmente peligrosa. Son perros parecidos a los Pitbull, pero de exposición, con un carácter normalmente más amable. Pero este chaval no tenía experiencia ninguna con perros, es más, le tenía miedo hasta hace nada. Cuando me dijo que lo iba a coger, le recomendé que no lo hiciese. Le advertí de que si no le salía un perro bueno él no tenía recursos suficientes para llevarlo por el buen camino en caso de que tuviese problemas. Lo cogió, simplemente por "postureo". No me hizo caso y, ahora, el perro es bueno, pero no está controlado del todo. Si algún día el perro se escapa o muerde a otro, ¿alguien se va a acordar del propietario del perro? Lo que va a salir en los medios de comunicación es la foto del can y la raza. Por eso, yo recomendaría a esta gente no coger estos perros. Es un poco fuerte esto que digo, pero hasta que no tengas cierta experiencia o te veas capacitado, yo no me metería en razas, porque al final quienes las pagan son ellas.

-Siempre se te ve paseando con su Dóberman y su Yorkshire. ¿Una forma de normalizar la convivencia entre razas y con los humanos?

-En casa es la perra la que manda sobre el Dóberman. Son dos perros muy estigmatizados. La gente me para por la calle y muchos ni saben que el grande es un Dóberman, porque antes se le cortaban las orejas y se le ponían de punta y el mío las tiene sin cortar. Me preguntan si es un galgo y cuando le digo que es un Dóberman a la gente le cambia la cara, ya se arrepienten de haberlo acariciado.

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