Numerosos edificios de Lalín amanecieron ayer cubiertos de pintadas con mensajes de toda índole: Palabras a favor de la paz, de la legalización de ciertas drogas o de contenido simplemente obsceno se mezclan con símbolos de lo más variopinto y algunos insultos, como los que aparecieron en el aparcamiento del consistorio dirigidos al alcalde o sobre dos coches que había quedado allí estacionados. Las acciones vandálicas se cebaron, sobre todo, con la urbanización de O Regueiriño y el Barrio de Abaixo. Así, causaron cuantiosos daños en la sede municipal (Castro Tecnolóxico), los juzgados, la biblioteca (antiguo concello), con mobiliario urbano y espacios públicos e incluso con edificios privados cercanos.

La Policía Local revisará hoy las cámaras de seguridad de los edificios públicos para intentar identificar a los autores de los actos vandálicos para "aplicarles todo el peso de la ley". Asimismo, el alcalde trasladará los hechos a la Policía Judicial de la Guardia Civil para que abra una investigación con el objeto de esclarecer lo sucedido. A partir de las primeras inspecciones, la policía cree que las pintadas fueron realizadas entre las 2 y las 3 de la madrugada de ayer.

Condena unánime

Las reacciones de condena no se hicieron esperar, tanto por parte de políticos como de muchos ciudadanos a través de las redes sociales, al tiempo que se empezaban a buscar culpables entre la juventud. Por eso, el alcalde hizo una petición de "prudencia" para no acusar sin pruebas: "No echemos la culpa a los jóvenes, que tienen mucho más sentidiño de lo que creéis", afirma Rafael Cuiña, que apuntaba que "pudo ser cualquiera", pues "llevaban hasta plantillas para hacer las pintadas, eso si, con tremendo cacao ideológico mental".

Uno de los primeros en alertar de lo sucedido ayer era el concejal de Urbanismo, Nicolás González Casares, que se muestra esperanzado de poder coger a "esta gentuza y que se les caiga el pelo". "No solo atacaron el patrimonio de todos, sino también de particulares", indica el teniente de alcalde, que tildaba a los autores de "imbéciles", "cobardes" y carentes de educación.

También el portavoz del Partido Popular, José Crespo, lamenta "los actos vandálicos" y los "insultos a algún compañero de la corporación". En la misma línea de "repudio" se manifiesta el edil no adscrito, que califica de "vergonzosos" los insultos en el coche del "amigo" Francisco Vilariño. El concejal nacionalista, por su parte, agradecía los "mensajes de apoyo", pero entiende que la elección de su coche fue "casual", por estar aparcado en esa zona, como le pasó a otros también rotulados.

La brigada municipal iniciará hoy los trabajos de limpieza, que llevarán bastante tiempo dada la cantidad de pintura empleada y la superficie afectada. No existe una estimación del coste de la reparación de los daños infligidos al patrimonio público, pero desde el cuatripartito dan por hecho que será elevado.