El Concello de A Estrada entregó el pasado año a Sogama 5.795,54 toneladas de basura procedente de la llamada bolsa negra, la que se deposita en los denominados oficialmente colectores de fracción-restos. Es la misma cantidad que generó en 2015, en que depositó 5.795,90 toneladas, según los datos facilitados por la Concellería de Medio Ambiente, que dirige Juan Constenla.

Las cifras que maneja este departamento municipal revelan que el volumen de basura recogida y entregada a Sogama se mantuvo en idénticos índices en los últimos dos ejercicios, pero después de incrementarse en 2015, teniendo en cuenta que el año anterior la cantidad total de basura reunida ascendió a las 5.747,62 toneladas. Esta cifra es considerablemente superior a la computada durante el ejercicio 2013, momento en el que el Concello depositó 5.579,82 toneladas, 167, 8 menos que en 2014.

Centrándose en el análisis más pormenorizado de los datos referidos a 2016, cabe indicar que agosto fue el mes que más basura de la bolsa negra se generó en el municipio, en el que se recogieron 542,14 toneladas. En este ranking le sigue mayo, con 502,06 toneladas. Ambos están por encima de la media de entregas mensuales, situada en casi 483 toneladas. Solo superan ésta junio -492,26-, septiembre -498,26- y noviembre -483,22 toneladas-. Mientras tanto, enero fue el mes en el que los vecinos depositaron menos basura en los contenedores verdes, alcanzando las 450, 70 toneladas.

En vista de estos datos, el concejal responsable del control de este servicio, Juan Constenla, hace un llamamiento a la implicación vecinal para que recicle más y mejor y, de este modo, poder reducir la cantidad de restos depositados en los contenedores de fracción-restos y, consecuentemente, rebajar la factura que el Concello paga a Sogama por el tratamiento de este tipo de residuos. Ésta ascendió en 2016 a 428.278,84 euros. "Cuanto más reciclemos, menos peso irá para Sograma y, por tanto, menos pagaremos", señala Constenla, que apuesta por el fomentar el reciclaje como una medida de ahorro.

Recuerda que estos depósitos son los propios para echar los alimentos sobrantes, las plantas, los materiales orgánicos y los restos similares. En el caso de A Estrada, los errores más comunes a la hora de la utilización de los contenedores de reciclaje son, en el caso del contenedor amarillo -donde más impropios se detectan-, el depósito de juguetes de plástico, biberones, chupetes o cubos de plástico-que deben ir al de restos-, así como utensilios de cocina.

En el contenedor azul -de papel y cartón- es habitual ver briks -tienen que ir al amarillo-, restos de servilletas de cocina o papeles sucios, así como pañales -que deben echarse en el contenedor de orgánicos.

La diferenciación entre vidrio y cristal es también una asignatura pendiente para los estradenses, que depositan, erróneamente, el segundo material en los colectores de botellas. Espejos, ceniceros, vasos o vajillas tampoco pueden ir en estos últimos, sino que tienen que ser llevados al punto limpio.