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"En el 62 montamos grupos de trabajo que explicaban en Lalín temas que el Concilio Vaticano II trataba en Roma"

-¿Fue complicado poner en marcha la primera coral polifónica que tuvo Lalín en su historia?

-Antes de irme para Lalín había dirigido la del seminario. Recuerdo que yo me fui en agosto para Lalín, y estaban con la novena de Lalín de Arriba de Nuestra Señora de Los Remedios al que le modificamos una canción muy bonita que tenían por entonces. Cuando fueron las fiestas de Lalín vino a cantar la misa solemne la Coral de A Estrada, y al acabar alguien del pueblo, Souto, que trabajaba en el juzgado, me dijo que podíamos tener una coral como aquella en Lalín. Le dije que me ayudara a buscar 40 o 50 voces, empezamos un poco en broma, y ya en octubre teníamos el embrión de la coral formado.

-No debió ser fácil encontrar voces masculinas y femeninas.

-Yo me fui para Lalín en el 58, y a finales de ese año ya empezó la emisora de radio, pero la polifónica lo hizo un poquitín más tarde. La verdad es que cuando empezamos a buscar voces para la coral las había muy buenas. Al principio solamente tenía hombres, y al año siguiente ya pudimos meterle voces femeninas porque una coral sin voces de mujeres no tiene mucho sentido. Recuerdo que entonces me prohibían subir al escenario con ellos, pero yo en la diócesis fui rompiendo tabúes porque yo siempre fui un sacerdote rebelde.

-¿Se sigue considerando un sacerdote rebelde hoy en día?

-Eso siempre. De todas formas, yo estaba bien apoyado. En el año 62 empezó el Concilio Vaticano II y a mi me pilló en Lalín. Trabajé muy duramente e incluso hicimos en el pueblo un equipo de gente para dar conferencias sobre el concilio. Repartimos los temas del concilio entre médicos y abogados con ganas de trabajar. Cada tema que salía en Roma, nosotros lo explicábamos en Lalín para toda la gente que quisiera.

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