La madre de B.F. T., acusado de violar a una mujer en las fiestas de Lalín del año 2012, aseguró ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra que juzga el caso, que la víctima acudió días después del suceso al establecimiento que regenta, para exigirle dinero a cambio de no denunciar a su hijo. "Me dijo que si no llegamos a un acuerdo y me pagas, lo voy a denunciar", afirmó la madre del acusado. La mujer aseveró ante el tribunal que aquella noche, en la fiesta en la que supuestamente ocurrieron los hechos, no perdió de vista a su hijo "en ningún momento" e incluso que el chico no coincidió con la víctima porque "no se separó de nosotros más que para ir a saludar a un amigo un momento".

La mujer también aseguró que, tras este suceso, la víctima "persiguió" a su hijo y a la familia y que, tras decretarse la orden de alejamiento contra su hijo, solía acercarse al bar en el que trabajaba "varios días a la semana" esperando encontrarse con él.

En la segunda sesión de este juicio -que continuará el lunes 27 en la Audiencia Provincial- testificaron también los dos menores implicados en la supuesta agresión sexual múltiple. Ambos exculparon al otro acusado A.G.A., a quien se atribuye que colaboró con B.F. T. en la supuesta violación y que llegó a agredir sexualmente a la joven. Con respecto a B.F.T., ambos coincidieron en señalar que le vieron junto a la víctima, si bien no apreciaron ninguna agresión sexual ya que les parecía que "todo era consentido".

Ambos reconocieron haber participado en esta agresión sexual por la que ya fueron juzgados por un tribunal de menores y por la que tuvieron que asistir durante nueve meses a un curso de reeducación.

Uno de ellos, a preguntas del fiscal, explicó que vieron a B.F.T. con la chica en una zona apartada y que éste les llamó para que se acercaran, momento en el que "le tocamos el culo" a la víctima porque "nos hizo gracia" la situación, argumentó. "No vimos que ocurriese nada grave, no vimos ningún forcejeo ni nada raro", argumentó este testigo, quien explicó que tocaron a la chica "con ánimo de reírnos, de pasarlo bien". Incluso afirmó que la propia víctima se reía con ellos.

El otro joven que admitió participar en esta agresión y que era menor cuando sucedió, explicó que "pensé que estaba todo consentido y que ellos eran pareja, que estaban juntos".

Sin embargo, una de las amigas de la víctima afirmó en su declaración que tanto los dos menores como B.F.T. "rodearon y tocaron" a la joven, llevándola posteriormente "a la fuerza". Explicó que "no estaban cariñosos" y que la víctima pidió a B.F.T. "que la soltara", cuando éste -según la versión de la testigo- se la llevó en volandas y agarrada por detrás hacia detrás del palco de la fiesta.

Esta chica aseguró desconocer qué pasó bajo el palco, si bien cuando salieron del lugar en donde, presuntamente, habrían cometido la agresión sexual, su amiga "estaba nerviosa" y a preguntas del tribunal añadió que se le veía el sujetador. A pesar de lo ocurrido, ni ella ni su hermana hicieron nada porque "nos bloqueamos y en aquel momento no le dimos la importancia que había que darle".

Esta versión no coincide con los amigos y la novia de B.F.T., que han asegurado que la joven "perseguía" al acusado cada vez que coincidían en una fiesta.