El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, mantuvo ayer una reunión de trabajo con el jefe de Demarcación de Carreteras en Galicia, Ángel del Río, para reclamarle que se retome el proyecto para la rebaja del firme en un tramo de la N-525 a su paso por la parroquia de Bendoiro. En un encuentro en el que participó la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Ana María Ortiz, el mandatario explicó que es preciso recuperar una actuación consistente en la rebaja en 60 centímetros en la plataforma de la vía, a la altura del lugar de A Laxe.

La petición cursada al representante de Fomento en Galicia llega después de que la corporación municipal aprobase en pleno el pasado mes de enero una moción, que también contempla la construcción de aceras que mejoren la seguridad vial en este tramo y posibiliten el soterramiento de los tubos con el objetivo de que los vecinos puedan hacer uso del servicio de saneamiento. El mandatario insistió en la conveniencia de que Carreteras elabore el proyecto técnico para tener una valoración de cuál sería el coste real de acometer esta intervención. Así lo manifestó después de que Del Río considerase que la iniciativa es "presupuestariamente compleja". Cuiña reitera que una vez que se pongan encima de la mesa los datos económicos concretos, a continuación se podrían buscar las vías de financiación más adecuadas. Como posibilidad planteó la negociación de un convenio a tres bandas entre el Concello, Diputación provincial y Ministerio de Fomento "para poder afrontar los costes de unas actuaciones muy necesarias para dar respuesta a las demandas que los vecinos llevan suscitando desde hace varios años".

En este sentido recordó que los residentes en A Laxa llevan una década reclamando que se rebaje el asfalto de la carretera para paliar los problemas provocados por la sobreelevación del perfil de la calzada con respecto a las viviendas existentes, sin que por el momento las actuaciones proyectadas para la zona solventaran esta situación. Asimismo, también reclaman que se desarrollen mejoras en la seguridad vial de este tramo con la colocación de aceras, una vez que se trata de una zona muy transitada por peatones o peregrinos que se ven obligados a caminar por los arcenes, con el consiguiente riesgo. De este modo también se podrían soterrar las canalizaciones de alcantarillado con las que los vecinos podrían comenzar a usar el saneamiento y evitar inundaciones.

En 2007 comenzó la construcción de aceras en A Laxe, pero el proyecto fue paralizado por los vecinos al considerar que no cumplían las condiciones demandadas. Posteriormente, expone el gobierno local, fueron anunciados nuevos acuerdos con el Ministerio de Fomento y la Demarcación de Carreteras del Estado, que incluían la mejora de la seguridad viaria, con nuevas aceras. No obstante, en 2010 comenzaban unos trabajos de mejora del firme en el tramo que finalmente no fue contemplado la disminución del perfil de la carretera en la cantidad pedida y tampoco se habilitaron aceras. Esta nueva situación no contentó nuevamente a los residentes del lugar, que paralizaron las obras e incluso llevaron a cabo acciones de protesta. "En años sucesivos tampoco se hizo nada para solventar esta situación, para la que ahora el Concello vuelve a reclamar una solución urgente".

A la espera de que el Ministerio de Fomento acceda a las peticiones realizadas ayer por la mañana por el alcalde, Cuiña quiso agradecer la buena disposición "y el espíritu constructivo" de Ángel del Río y de la subdelegada del Gobierno en Pontevedra a la hora de escuchar esta solicitud.