Una de las obras que contempla el presupuesto de este año es la renovación del terreno de juego del campo de fútbol de Outeiriño, con una inversión de 220.000 euros. Esta intervención, junto a la que se hizo en el de Laro y Lamela, colocará a Silleda como el municipio "con las mejores instalaciones de la provincia" en dicho deporte, según afirma el alcalde, Manuel Cuiña. También, este año, se acometerá la colocación del nuevo césped artificial del campo de A Gandareira, en A Bandeira. La Diputación ya otorgó casi 439.000 euros, y el resto (hasta los 800.000) se concederán a lo largo de este año.

Fue precisamente esta obra la que encendió un enconado debate entre el alcalde y el número 3 del PP, Ignacio Maril, que ayer hizo de portavoz. Éste afirmó que las inversiones de la Diputación en dicho campo se lograron tras intervenir la directiva de la SD Bandeira, ya que "a usted no le hacían caso". Cuiña replica diciendo que el PP se comprometió a arreglar el campo si ganaba las elecciones, pero no a mediar si seguía en la oposición, a lo que Maril contesta que se ofrecieron a contactar con la Diputación, y la directiva declinó esta ayuda. Sin saber cómo, los dos políticos se enzarzaron en una supuesta incompatibilidad de Maril al hablar de las obras en la rúa Lourás (en la que se eliminó parte del carril bici para plazas de aparcamiento) ya que él había sido parte, aunque Maril aclara que un particular le hizo una consulta, para pasar a la polémica que hubo en su momento con los empresarios de Silleda por la construcción de la nave municipal. Maril fue llamado al orden por dos veces, tras reprocharle al alcalde que no hubiese pagado los recibos de la basura. El cariz que tomó la sesión, tan desviado de la cuestión de los presupuestos, obligó al portavoz del BNG a recomendarles a ambos políticos que aprendiesen a separar las cuestiones personales y profesionales de las políticas.