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Dezanos sobresalientes (LII)

José Quiroga Pérez de Deza, marido de Emilia Pardo Bazán

Licenciado en Derecho Civil y Canónigo, falleció en O Carballiño en 1912 y está enterrado en Santa Eulalia de Banga de esta villa

José Quiroga Pérez de Deza. // A.V.N.

José Fernando Quiroga Pérez de Deza nació en Santa Eulalia de Banga (Ourense) en 1848 y murió en O Carballiño el 12 de noviembre de 1912; era hijo de Pedro Antonio Quiroga, y María Asunción Pérez de Deza y hermano de Eduardo Quiroga Pérez; de ideología carlista y de familia hidalga, poseía abundantes bienes y rentas. Estudió la carrera de abogado y obtuvo el grado de licenciado en Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Santiago. Siendo estudiante de Derecho en Santiago, cuando tenía 20 años se casó con Emilia Pardo Bazán, que tenía 17, el 10 de julio de 1868, en la capilla de de las Torres de Meirás. El matrimonio no se separó de su familia, y durante años vivieron con sus padres y viajaron por Europa.

En 1869 se trasladaron a vivir a Madrid, cuando su padre, José Pardo, es elegido diputado a Cortes tras la Revolución Gloriosa (sublevación militar que supuso el destronamiento y exilio de Isabel II e inicio del Sexenio Democrático). Tuvieron tres hijos, Jaime, María de las Nieves (familiarmente Blanca) y Carmen. Los familiares le llamaban "Pepe" y su mujer "Pepiño".

José Quiroga era un gran caballero, un hombre tranquilo y reservado que residió la mayor parte del tiempo en sus posesiones de A Coruña, principalmente en el restaurado castillo de Santa Cruz, a unos 20 kilómetros de la capital gallega. Con ocasión de su muerte, el periódico ABC (15-11-1912) lo recuerda como "un amigo leal, protector de los pobres, católico fervoroso, patriota entusiasta y admirador de las virtudes del ejército, como un hidalgo a la antigua usanza".

Cuando la Guerra de Melilla de 1909, quiso estar cerca de su hijo Jaime, que había ido como voluntario, y en los hospitales se dedicó a dar socorro y consuelo a los soldados heridos y enfermos. Se interesó por la política y se cree que tomó parte activa en la campaña clandestina contra Amadeo I y más tarde contra la República. Fue presidente del Circulo de Artesanos de La Coruña, Maestrante de Roda y compartió con su mujer el título de Conde de Pardo Bazán.Su mujer, Emilia Pardo Bazán, nació en A Coruña el 16 de setiembre de 1851, en el seno de una familia aristocrática de tradición liberal. Era hija de los Condes de Pardo Bazán, título que ostentó Emilia a partir de 1908, y en 1916 Alfonso XIII le autorizó el cambio de nombre del título por el de Condesa de la Torre de Cela. Viajó por Europa y conoció a muchos de sus autores preferidos. A su regreso a España, decidió dedicarse a la literatura. Está considerada como una de las grandes novelistas españolas. También destacó como conferenciante, feminista y directora de la Biblioteca de la Mujer. Fue Consejera de Instrucción Pública y desde 1916, profesora de Literaturas Neolatinas en la Universidad Central de Madrid, cátedra creada ex profeso para ella. Una de sus obras más conocida es la novela "Los pazos de Ulloa", de inspiración naturalista, en la que describe la decadencia del mundo rural gallego y de la aristocracia. Murió en Madrid el 12 de mayo de 1921, a causa de una gripe que se complicó con una diabetes crónica.

Su hijo Jaime se casó con Manuela Esteban Collantes (su padre era Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes), y de este matrimonio nació su hijo, también llamado Jaime, que murió asesinado junto con su padre, en agosto de 1936, en la matanza de la calle Goya, de Madrid, por los milicianos de la II República. Según cuentan las crónicas, Jaime Quiroga, conde de Torre de Cela y Capitán de Caballería, parece había tenido un hijo ilegitimo con una mujer del pueblo, y este fue quien, convertido en miliciano, encabezó el pelotón que detuvo a su padre y quien lo mató; al hijo legítimo de este, de 18 años, su hermanastro no se atrevió a matarlo, y lo hicieron sus compañeros milicianos. Su hija Carmen, soltera, falleció en 1935, y su otra hija, María de las Nieves, se casó con el militar de caballería y marqués, José Cavalcanti, que alcanzó el grado de teniente general; no tuvieron hijos.

El origen de la familia y patrimonio de José Quiroga procede del siglo XVI. Su padre, Pedro Antonio Quiroga Hermida, hijo de José Ramón Quiroga Ribera, era dueño por herencia de sus antepasados de las casas hidalgas de Santa María de Oleiros y de San Tirso de Mabegondo, en A Coruña; de Redondelle en San Ginés de A Peroxa, y de Osebe en San Miguel de Lebosende en Leiro, ambas en Ourense. Era hermano de Antonio Quiroga Hermida, militar y político que destacó en los movimientos revolucionarios de 1820, ya que encabezó, junto al general Riego, el levantamiento de Cabezas de San Juan, durante el reinado de Fernando VII, y llegó a ocupar la vicepresidencia de las Cortes. Era hermano de María del Carmen Quiroga, para la que el Teniente General Francisco Espoz y Miña pidió en 1921 la mano para su amigo Juan Van Halen, teniente general y jefe de la independencia de Bélgica en 1830, con la que se casó.La madre de José Quiroga, María Asunción Pérez de Deza y Piul, era dueña de las casas hidalgas de Banga y Cimadevilla en San Juan de Cabanelas, ambas en O Carballiño; de Corneda en O Irixo, y de la casa grande de Quintela en Santiago de Catasós, en Lalín. En esta casona, la familia de José Quiroga pasaba muchos veranos, y parece que fue en ella donde Emilia Pardo Bazán escribió algunos capítulos de sus novelas, aunque también se desplazaban a menudo hasta Padro, para visitar a sus amigos los Taboadas, con los que pasaban largas jornadas en el Pazo de Liñares, bautizado por Emilia como "El palacio del Recuerdo".

Las relaciones entre ambas familias ya venían de antiguo, ya que procedían de un mismo tronco, y se habían mantenido desde principios del siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX. María Asunción Pérez, era hija de Miguel Pérez Guerrero, natural de Quintela, en Catasós; fue administrador del Conde de Lemos, señor de la Jurisdicción de Deza y dueño de la fortaleza y torre de Lalín, al que persuadió para enajenar sus posesiones, compradas por un comerciante de Santiago, que luego traspasó al señor Pérez, hecho que le dio un gran poder político en toda la comarca de Deza.Los suegros de Pardo Bazán (Pedro Antonio Quiroga y María Asunción Pérez) tuvieron dos hijos, José y Eduardo que a la muerte de sus padres se repartieron la herencia, quedándose el primero José Quiroga con las casas hidalgas de Banga, Corneda, Quintela y Cimadevilla y el segundo Eduardo Quiroga con las casas hidalgas de Santa María de Oleiros y San Tirso de Mabegondo; y dividieron asimismo los bienes y rentas de las casas hidalgas de Redondelle, en San Ginés de A Peroxa y de Osebe en San Miguel de Lebosende en Leiro. Eduardo Quiroga fue diputado por el distrito de O Carballiño en las elecciones de 1872 y en las 1881.

José Quiroga se separó de Emilia Pardo Bazán, como consecuencia de una serie de artículos publicados por la novelista en la revista "La Época", inspirados en el naturalismo puesto de moda por Émile Zola; artículos que serían reunidos posteriormente en el volumen "La cuestión palpitante" (1883) con un prólogo de Leopoldo Alas, Clarín, acreditando así a la escritora gallega como una de los principales defensores del naturalismo en España.Esto provocó un enorme revuelo en el mundo literario, y sobre en la sociedad conservadora de la época y fue tachada la obra como un manifiesto de la pornografía francesa y la literatura atea, un hecho que se consideraba más grave todavía por ser su autora una mujer, esposa y madre. Su marido, horrorizado por la situación, le exigió a su mujer que dejara de escribir sobre esos temas de dudosa moralidad y ortodoxia, y que se retractase públicamente de sus escritos, cosa que no hizo. En tal situación, decidieron separarse amistosamente un año más tarde, en 1884. La inesperada separación conyugal, al parecer solamente de hecho, ocasionó un discreto acuerdo de desmembración como pareja y continuidad familiar.Separado de su mujer, compró y reconstruyó el Castillo del islote de Santa Cruz de Oleiros, en A Coruña, donde residía y lo compartía con las casa hidalgas de Banga y Quintela. A la muerte de José Quiroga y de sus hijos, Jaime y Carmen; de su nieto Jaime y de Manuela, mujer de Jaime, heredó todo el patrimonio y las rentas de José Quiroga su hija María de la Nieves, que legó el castillo de Santa Cruz a los Huérfanos Militares de Caballería de Valladolid. Actualmente es un bien público, propiedad del Ayuntamiento de Oleiros.A su muerte, aunque estaba separado de su mujer, Doña Emilia asistió a su entierro y le guardó un severo luto durante un año. Está enterrado en el cementerio de Santa Eulalia de Banga, en O Caballiño. El entierro se verificó el 14 de noviembre de 1912 con toda solemnidad en la parroquia de la villa de O Carballiño, asistiendo unos 60 sacerdotes y distinguidas personas de Santiago, Ourense, Lalín, Ribadavia y otros puntos. Todo O Carballiño sin distinción de clases acudió a acompañar el cadáver para tributarle el último tributo. La banda de música, figuraba también en la comitiva, tocando una marcha fúnebre. Presidieron el duelo el P. Juan Prieto, su hijo Jaime Quiroga, su primo Jorge Quiroga y su hijo politico el coronel Cavalcanti.

El Rey Alfonso XIII, le envío el siguiente telegrama a doña Emilia y a su hija: "Condesa de Pardo Bazán e hija. La Reina y yo les enviamos nuestro más sentido pésame asociándonos muy sinceramente a su inmensa pena - Alfonso R-."

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