El Carnaval genera negocio y aunque, en opinión de las responsables de Lolita e Carmiña, "se nota que la gente gasta un poco menos", pocos pasan por alto la oportunidad de lucir disfraz. "Hay quien gasta 15 euros y quien gasta 100", señalan.

Elena Suárez, de Amaños de Roupa, asegura que por una media de "35 o 40 euros", tela incluida, puede hacerse uno medianamente elaborado. Sin embargo, sitúa el promedio de inversión por cliente en "entre 20 y 25 euros". Lo que la mayoría busca es "salir del paso" y "quitarle trabajo de algún lado para ahorrar" y lucir modelo sin que eso suponga demasiado sacrificio económico. Señala que hay gente que compra trajes de baja calidad o de tallas inapropiadas y que luego acude a ella para ajustarlos.