El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, acompañado del alcalde rodeirense Luis López, visitó ayer el concello para comprobar las obras que se realizaron a través de la subvención para Infraestructuras de Uso Público y que permitió mejorar las instalaciones de la piscina municipal.

Los trabajos estuvieron presupuestados en casi 42.000 euros, de los cuales procedieron de la ayuda autonómica. El 20% restante del coste de las obras fue asumido por el propio concello. López explicó que "se demolió el anterior cierre casi totalmente" y se instalaron cierres nuevos y acondicionados al entorno, además se rehabilitó la cara inferior del muro de la fachada de las instalaciones porque según el regidor presentaba problemas de acaba y filtraciones de agua. También se instaló una zona de sombra artificial.