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María Jesús Fernández Bascuas: "Todos sentimos que el Recreo Cultural es algo nuestro"

Recibe esta noche la insignia de oro de esta numerosa sociedad

María Jesús Fernández Bascuas, ayer. // Bernabé/Ana Figueiras

Pasará a la historia como la primera mujer presidenta del Recreo Cultural de A Estrada, aunque defiende que este dato no tendría que ser noticiable. María Jesús Fernández Bascuas cree que es "un privilegio" presidir "una de las instituciones más insignes" del municipio estradense. Esta noche (21.30 horas) recibe la insignia de oro de la sociedad. Comparte el reconocimiento con sus compañeros de travesía. Lo recibe desde el agradecimiento al conjunto del Recreo Cultural y tras haber tomado las riendas de su directiva durante cuatro años, un mandato en el que se quiso poner el acento en la conciliación.

-Recibe esta noche la insignia de oro del Recreo Cultural por su labor al frente de la entidad. ¿Cómo encaja el reconocimiento?

-Pues con mucho agradecimiento tanto a lo que es la sociedad en sí como a todas las personas que hicieron conmigo esa travesía de cuatro años, hablando de compañeros de directiva, de personal y de todos aquellos que tuvieron algo que ver en la gestión durante ese tiempo. Con mucho agradecimiento.

-Sus compañeros de directiva recibirán la insignia de plata, precisamente por haber participado en esa travesía que seguramente no habrá estado exenta de momentos difíciles. ¿Qué balance hace de ese tiempo?

-Creo que fue algo positivo. Hay momentos mejores, momentos no tan buenos pero, en general y con la perspectiva que hay después de que hayan pasado cuatro años, fue una experiencia muy enriquecedora. Y tengo que reconocer que es un privilegio ser la presidenta de una de las instituciones más insignes que tiene A Estrada.

-Y la primera mujer presidenta.

-Sí (risas). Es algo que no tenía por qué ser noticia. Lo importante es que la sociedad funcione, independientemente de quién sea presidente. Alguien que esté dispuesto a asumir las responsabilidades que el cargo lleva aparejado.

-Le tocó hacer frente a una situación económica delicada. Hubo que apretarse el cinturón.

-Coincidió en un momento en el que la economía, en todas partes, no estaba pasado un buen momento. Sí, hubo que apretarse el cinturón y hacer ajustes en la gestión, priorizar algunas cosas. Pero creo que es la tónica dominante en muchas sociedades. Hubo que intentar hacer más con menos.

-Pasados cuatro años, ¿de qué gestión se siente más orgullosa y qué espina se le quedó clavada?

-Pues orgullosa de la normalidad. De que todo funcionase con cierta normalidad y haber conseguido aportar el granito de arena para la conciliación. Debemos tener en cuenta que las sociedades como el Recreo Cultural tienen que evolucionar con el tiempo y responder a las necesidades de las personas que la integran. Hicimos un pequeño esfuerzo de conciliación, en el sentido de implantar los campamentos también en Navidades, Semana Santa, iniciar actividades como la gimnasia... Pero si tú me preguntas un gran logro, yo no te mencionaría ninguno. Creo que la meta a la que se debe aspirar es a que todo funcione con normalidad y buscar, sobre todo, que los socios tengan respuestas a sus necesidades. Me gustaría, lógicamente, haber hecho muchas más cosas. Habíamos pensado en un gimnasio, que fue un proyecto que se quedó por el camino. Creo que no deben quedar espinas clavadas porque cuando trabajas y haces lo que puedes, a unos les toca hacer obras más representativas o grandiosas y a otras directivas les va a tocar mantenerlas y conservarlas. Cada directiva es el eslabón de una cadena muy larga.

-Primero como socia y después como presidenta, habrá visto mudar la imagen del Recreo Cultural, que de algún modo parece haberse sacudido la visión un tanto elitista que algunos tenían de él.

-Era un desconocimiento de lo que realmente pasaba puertas abiertas en el Recreo Cultural, si bien es cierto que lo que hizo fue ir adaptando sus actividades a las necesidades de los socios. A Estrada fue creciendo y el Recreo Cultural tiene una oferta que coincide con las necesidades de muchas personas. Yo creo que las directivas lo que fueron haciendo es adaptarse a los tiempos y las necesidades de los socios. No sé si puede decirse que en algún momento fue elitista. Creo que era más un cliché que no respondía a la realidad.

-Se ha referido al Recreo Cultural como una de las sociedades más insignes de A Estrada. También es una de las más numerosas.

-Sí, tiene un número muy grande de socios que, además, mantiene. Yo creo que es porque todos tenemos un poco la sensación de que es algo nuestro. Es una institución que perduró tantos años porque algo tiene de especial para los estradenses. Y con buena salud.

-¿Se plantea volver a presentarse algún día para tomar nuevamente las riendas de la sociedad?

-No, hoy por hoy no me lo planteo. El compromiso de mi directiva fue por cuatro años. Creo que entre todos los socios tenemos que asumir esos cargos cuando nos tocan.

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