Siete de cada diez parroquias de Deza y Tabeirós-Montes pierden habitantes y solo el municipio de Lalín ha sido capaz de ganar vecinos durante el último año. Los datos de población a 1 de enero de 2016 evidencian que la sangría demográfica se acentúa y el 73% de las 233 aldeas de las dos comarcas ceden habitantes. Con todo, las parroquias en las que baja su censo son 170, cuatro menos que hace doce meses. En lo que respecta a las aldeas abandonadas se mantiene el mismo número, 39, aunque se incorporan dos estradenses y una lalinense. Frente a este dato, el núcleo de Outeiro, en Prado (Lalín) ha pasado a estar habitado. También los os silledenses de Currelo ( Siador) y Regueira (Taboada).
En 32 de las 48 parroquias lalinenses se han perdido habitantes, 9 suman vecinos y en 7 el censo no varía. En la capital dezana la campaña de empadronamiento impulsada por el Concello se ha notado en el núcleo principal y en las zonas periurbanas. En las calles del casco el padrón ha aumentado en 183 personas y rebasa ya el horizonte de los 10.000. Si añadimos el resto del territorio de la parroquia de la capital municipal, el registro sube hasta los 10.459. Las demás aldeas que ganan vecinos son: Botos, Cadrón, Camposancos, Catasós, Cristimil, Donramiro, Xaxán y Sello. En A Estrada, 34 de sus 51 parroquias perdieron población (el 66% como Lalín), si bien 14 consiguieron incrementar el número de residentes y tres conservaron habitantes. Pudieron escapar a la sangría Arca, Barbude, Callobre, Cereixo, Codeseda, Nigoi, Oca, Ouzande, Paradela, Pardemarín, Ribeira, Sabucedo, Toedo y Santo André de Vea. El casco urbano perdió 47 vecinos, al pasar de 8.450 a 8.403. Esta tendencia la contradicen lugares como Figueiroa de Arriba, en la práctica integrado en el casco. Esta zona ganó 40 habitantes en el último año (de 849 a 889).En Silleda son 21 las parroquias que pierden población y 9 donde sube. El núcleo urbano aglutina 2.978 residentes (28 más) y la parroquia de la capital concentra 3.197. San Tirso de Manduas gana 33 empadronados, de los que 29 son en A Bandeira, este lugar suma 786 y la parroquia, 1.037. El 75% de las aldeas cruceñas tienen menos vecinos y solo cuatro de las 28 los ganan. La capital municipal cede 38 y se queda en 1.161. En Merza son 8 menos e integra a 386 personas. La capital rodeirse ha ganado 15 habitantes, pero 16 de sus 20 aldeas tienen menos empadronados. En Agolada hay menos gente en 18 de sus 24 parroquias y tanto la parroquia de la capital municipal como el núcleo de Agolada ven reducido su censo en 17 y 15 habitantes. El balance es negativo en las 8 parroquias de Dozón. En Forcarei, perdieron vecinos 12 de sus 13 parroquias (el 92,3%), siendo San Martiño de Forcarei, donde se encuentra la capital del municipio, la única que contrapuso esta tendencia y pudo subir su padrón en 13 habitantes. En el caso de Cerdedo, las ocho parroquias redujeron población.
A Estrada es el que tiene más aldeas despobladas. Suma nueve, dos más que el año anterior. Se incorporan a esta nómina A Igrexa (Berres) y Xestás (Liripio), añadiéndose a las desaparecidas A Pedreira (Agar), A Calzada (Arnois), O Coto (Codeseda), O Ouzamerxe (Guimarei), O Pinal (Oca), Os Muros (Parada) y Cruxeira (Santeles). En Lalín son: Vilela y Agrazán (Anseán), Outeiro (Prado), Corbillón (Sello), Piñoi (Vilatuxe) y Mouriscade (Vilanova) perdió los cuatro vecinos que tenía el año pasado. En Silleda: A Braña (Cortegada), Marín (Fiestras), Crestelle (Manduas), Freixeiro (Parada), Cartimil y Outeiro (Siador) y A Reigosa (Vilar). Los tres de Vila de Cruces están en: Souto (Insua), Silvares (Merza) y Brandariz, en la parroquia del mismo nombre. En Rodeiro son: Remesar (Carboentes), Devesa (Río), Vila do Fondo (Riobó), Devesa (Rodeiro) y San Salvador. En Agolada están deshabitados los lugares de Cendoi y Quintas (Artoño), A Torre (Borraxeiros), Casquive (Carmoega) y Casas Novas (Bais). En Dozón el de Cardoufe, en Sanguiñedo. Y Forcarei aparecen dos: Pereira (Pereira) y Regotraveso (Santa Mariña de Presqueiras).
