Manuel Salgado Silva lleva ejerciendo como párroco de Nuestra Señora das Dores de Lalín desde 1989. Cerca de treinta años ha estado a cargo de la iglesia de la cabecera comarcal. Ahora, a sus 84 años, se jubila y deja paso a Marcos Torres: "Confío en que lo hará lo mejor posible, está sobradamente preparado para ser el administrador parroquial", afirma el veterano sacerdote.

Entre todas sus vivencias en la iglesia dezana no sabe con cual quedarse pues asegura que "son muchas las actividades que durante tantos años hemos realizado y que seguro que pasarán desapercibidas pero yo las recordaré". Entre ellas hace hincapié a la Adoración Nocturna y también los Equipos de Nuestra Señora, grupos matrimoniales que se reunían mensual mente y que según el sacerdote "resultó una actividad especialmente grata pues era una manera de acercarnos y conocer el mundo matrimonial", explica.

En cuanto a su paso por la comarca, el presbítero -nacido en Santa Baia de Rairiz en 1933 y ordenado en 1955- no solo ejerció de párroco sino que en 1978 comenzó su labor como profesor de Religión en el Instituto de Enseñanza Media de Lalín y desde 1989 como Asesor Religioso del Colegio Xesús Golmar y Manuel Rivero.Asimismo, desde 2010 es arcipreste de Deza y de Trasdeza. Ante esta nueva etapa, el sacerdote se muestra cauto: "Espero seguir vinculado a la comunidad católica pero es necesario esperar que pasará en esta nueva etapa", señala.